Países Bajos cerró un gran número de páginas y cuentas en redes sociales en las cuales se promovía la venta de kits de "autocontagio" de Covid-19. El objetivo: atravesar la enfermedad y obtener un código QR para entrar a sitios públicos sin vacunarse.
La página se promocionaba como “Sí, quiero el coronavirus” y vendía dosis de líquido infectado con el virus para que cada persona se lo inyectara. Además, el kit incluye también un test de antígenos para verificar que el comprador logró contraer la enfermedad.
En caso de no haberse contagiado, el vendedor ofrece un segundo paquete a menor precio para completar la “dosis”. Estos kits fueron entregados a domicilio en los hogares de cada comprador y se vendieron a un precio de 33,50 euros (37,64 dólares) por unidad.
Finalmente, contaban también con instrucciones detalladas sobre cómo utilizar adecuadamente la sustancia infectada, además de instar a los compradores a quedarse en casa en caso de malestar y cumplir con todas las recomendaciones del Gobierno.
Los principales clientes del sitio web eran jóvenes que buscaban hacerse con el “pasaporte Covid-19” luego de transitar la enfermedad. El producto logró concentrar una gran demanda, principalmente por las nuevas medidas de confinamiento.
De acuerdo con la reciente normativa introducida este mes, sólo las personas vacunadas o que hayan superado la enfermedad del COVID-19 podrán obtener un código QR que les permite acceder a ciertos lugares públicos.
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“Estamos trabajando muy duro para poder atender tanto a los pacientes y hay organizaciones que buscan propagar el virus. Es escandaloso”, señaló Marina Eckenhausen, inspectora general de la Inspección de Salud y Atención Juvenil.
Asimismo, Eckenhausen está liderando una contra-campaña impulsada desde el gobierno para reforzar el mensaje de la vacunación contra la enfermedad infecciosa y explicarle al público que es “muy peligroso inyectarse intencionalmente” con el coronavirus.
Sin embargo, no se trata de un producto exclusivo de Países Bajos, pues casos similares se han conocido en Austria, país que recientemente volvió a decretar un confinamiento general a causa del aumento en los contagios y las bajas tasas de vacunación.
Allí se han conocido casos de personas que se han inyectado la enfermedad intencionalmente para obtener el certificado de recuperados, algo que por lo menos en el caso de un hombre de 55 años, terminó en un desenlace fatal.
JFG / ED
