El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió este miércoles 30 de junio a los ciudadanos a "escuchar a los expertos" y vacunarse contra el Covid-19 con la Sputnik V, aunque rechazó una inmunización obligatoria a nivel nacional, pese a que el país reportó récord de muertes por coronavirus por segundo día consecutivo.
"No apoyo la vacunación obligatoria", afirmó en una sesión anual televisada donde responde preguntas de los ciudadanos, a quienes invitó a vacunarse de manera voluntaria.
"Siempre ha habido gente que, de manera general, considera que no hay que ponerse vacunas, y son muchos (...) no sólo en nuestro país sino también en el extranjero", dijo, pero recomendó: "No hay que escuchar a la gente que no entiende nada de estas cosas, que se basa en rumores, sino a los expertos", agregó.
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Aunque no está de acuerdo con la inmunización obligatoria a nivel nacional, Putin destacó que, para evitar un confinamiento estricto, "algunas regiones están introduciendo" esa obligatoriedad de vacunación "para determinadas categorías" de personas.
Para motivar a los rusos, el presidente fue más allá y contó por primera vez que él y su hija se vacunaron con las dos dosis de la Sputnik V. En marzo, el presidente dijo que se había vacunado pero nunca hubo imágenes de ese momento, lo cual alimentó las especulaciones sobre el fármaco elegido por el dirigente.
Putin también presumió de las virtudes de las vacunas rusas y las calificó de eficaces y seguras. "Aquí todo va bien y no hay esas situaciones trágicas que se viven con (las vacunas de) AstraZeneca o Pfizer", dijo Putin, refiriéndose a los raros efectos secundarios de estas vacunas, que fueron aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras Sputnik V está todavía analizándose.
En las redes sociales rusas, las anécdotas surrealistas y en ningún caso verificadas sobre las vacunas se multiplican. El rechazo a los inmunizantes supera el 50%, según los sondeos.
Falsos certificados de vacunación anticovid inundan el mercado negro en Rusia
Al ver los esfuerzos de las autoridades rusas para convencer a la población de que se vacunara contra el coronavirus, Serguéi sospechó que la presión se intensificaría sobre quienes como él, desconfiados, rechazan la inyección.
Al no tener ninguna intención de ceder, incluso en caso de obligación, este treintañero residente en la región de Krasnodar encontró en internet un vendedor de falsos certificados de vacunación, le envió su información personal a través de Internet y le transfirió 15.000 rublos (unos 200 dólares).
Tres semanas más tarde, Serguéi, que prefiere permanecer en el anonimato, pudo recuperar en el portal de internet de la administración rusa su certificado de dos inyecciones recibidas de la vacuna Sputnik V.
"En esta etapa, la vacuna es experimental y hay muchos efectos secundarios", dijo Serguéi, que compró uno. "No voy a morir porque el gobierno quiere que me vacune", explica.
Este posicionamiento, muy difundido, y la notoria corrupción en las administraciones condujo a la emergencia de un mercado negro en línea, donde decenas de vendedores ofrecen pruebas falsas de vacunación. Si bien algunos clientes se quejaron de estafas, otros confirmaron que todo había funcionado.
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Un vendedor de falsos certificados, contactado en línea, confió a la AFP recibir actualmente entre 20 y 30 solicitudes diarias. "Me piden incluso 'vacunar' a empresas enteras", explica, precisando que sólo se pueden facilitar cinco pruebas falsas de vacunación al día.
A partir de 2.000 rublos (27,5 dólares) se puede obtener un documento falso en papel. Pero para el verdadero sésamo, el documento digital introducido en las bases de datos de la administración, los precios son hasta 15 veces más altos.
Estas prácticas no sorprenden a Pavel Brand, director de una cadena de clínicas en Moscú, que señala que es aún más fácil obtener pruebas de una vacuna sin recibir la inyección. "La gente simplemente va a la clínica y le da dinero a la enfermera" para que vacíe el frasco en lugar de inyectar el producto, explica.
El método es conocido como "vacunar el fregadero", añade. Según él, desde hace mucho tiempo, en el contexto del auge del movimiento antivacunas en general, muchos rusos escapan de esta manera al calendario de vacunación de sus hijos.
El fenómeno se ve amplificado actualmente por la desconfianza del propio cuerpo médico. Según una encuesta del centro Levada, 31% de los médicos no confían en la Sputnik V.
La policía moscovita ya inició una veintena de investigaciones penales sobre la venta de certificados falsos y anunció el martes tres detenciones. El departamento de Salud de la capital prometió despedir a los funcionarios implicados.
Récord de muertes en Rusia por la variante Delta
Rusia, que sufre un pico de contagios por la variante Delta, altamente infecciosa, reportó 669 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, superando el reporte de 652 del día anterior, de acuerdo con un recuento del Gobierno.
Las ciudades más afectadas son la capital, Moscú, y San Petersburgo, segunda ciudad del país y sede de partidos de fútbol de la Eurocopa, que registraron 117 y 111 muertos, respectivamente.
En total, el país registró 21.042 nuevas infecciones en las últimas 24 horas y ya suma 5,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia.
El número de muertes registradas oficialmente es de 135.214, pero la agencia de estadísticas Rosstat, que tiene una definición más amplia de los decesos relacionados con la Covid-19, había contabilizado 270.000 muertes hasta fines de abril.
La vacuna Sputnik V es la "más eficaz" contra la variante Delta, según el Centro Gamaleya
Rusia es el país europeo con el mayor número de muertes por Covid-19, mientras que la campaña de vacunación iniciada en diciembre ha sido muy lenta, debido a la desconfianza de la población.
Moscú volvió a imponer medidas como el retorno al teletrabajo para una parte de los empleados, la vacunación obligatoria de los trabajadores del sector servicios y un pase sanitario para ir a los restaurantes. Pero por ahora no se prevé un confinamiento general como el impuesto en 2020 en esta capital de 12 millones de habitantes.
El gobierno admitió el lunes que su objetivo de tener vacunado al 60% de la población antes de septiembre era inalcanzable. Hasta ahora, Rusia vacunó con al menos una dosis a 21,2 millones de personas sobre una población de 146 millones.
ED