CORONAVIRUS
Día de la ancianidad en Argentina

Enseñanzas de la pandemia

En estos tiempos de asilamiento hay que reforzar el pensamiento positivo en los adultos mayores para darle esperanzas y que sientan que no están solos.

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Imagen ilustrativa | "Mantener buenos hábitos para cuidar nuestro cerebro en la vida cotidiana es el método más efectivo con el que contamos actualmente para disminuir el riesgo de tener un deterioro cognitivo", sostiene el especialista Julián Bustin. | Shutterstock

Es una realidad que la población de adultos mayores actualmente constituye el colectivo más vulnerable frente al coronavirus, el cual afecta no solo la integridad física de los mismos, sino también la salud mental, y por consiguiente, sus emociones. Muchos ya viven en situaciones de soledad y aislamiento, que sin duda resultan perjudiciales para su salud. Más aún en esta realidad excepcional que nos toca vivir, pudiendo significar un contexto aún de mayor soledad.

Y es en este grupo etario de la población, hoy, más vulnerable, donde la emergencia de salud producto del Covid-19, nos deja la mayor de las enseñanzas. Por y para ellos, debemos reforzar las medidas de contención y acompañamiento psicológico, como primer paso fundamental para abordar el contexto.

¿Qué están sintiendo nuestros adultos mayores? Seguramente un complejo cóctel de emociones. Principalmente, el miedo y la tristeza son los más frecuentes. Si bien son consecuencia propia de la situación de amenaza, es importante que estas emociones no se descontrolen y generen un estado de depresión o pánico, lo cual es más difícil de superar.

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Este temor está relacionado con el miedo a enfermar, a la muerte, de sí mismos y de sus familiares, e incluso, en algunos casos, también los puede conectar con situaciones graves y traumáticas que pueden haber vivido anteriormente. Por eso, el reforzar pensamientos positivos es una parte fundamental que nos permite ganar al menos, una de las batallas. Queremos que nuestros abuelos y ancianos activen los mecanismos de defensa generando emociones agradables.

El reforzar pensamientos positivos es una parte fundamental que nos permite ganar una de las batallas

Y aunque no podamos verlos (al menos no de forma tan frecuente como quisiéramos), necesitamos estar más en contacto que nunca: hablarles con frecuencia. Si se pudieran visitar, debemos tomar las medidas de prevención, como ir solos, mantener una distancia de más de un metro, y, sobre todo, asistirlos ya sea en compras, trámites o lo que necesiten.

Pero podemos hacer algo más. Por ejemplo, aconsejarles realizar alguna actividad física menor en el domicilio, ya sea caminar por la casa, mover miembros superiores e inferiores, hacer bicicleta fija. O tal vez, ayudarlos a mantener la mente activa. Leer, hacer crucigramas, trabajar material didáctico, ver películas o documentales, son buenas alternativas.

Mantener hábitos saludables, en cuanto a alimentación y descanso, sobre todo, son parte de la ecuación.  Del mismo modo, hablar y ser consciente de la realidad con aceptación, generando resiliencia y optimismo.

Nos queda entonces abordar a un grupo que también es fundamental para sobrellevar estos tiempos. ¿Qué hacemos los hijos preocupados por nuestros padres mayores?

Es por eso que debemos transmitirles calma para no generarles temor

Quienes tenemos padres o familiares mayores de 60 años también sufrimos la angustia que nos provoca pensar que nuestros seres queridos están solos, pasándolo mal o que pueden enfermar. Es por eso que debemos transmitirles calma para no generarles temor. Depende de nosotros que seamos las columnas que sostengan la salud emocional de nuestros seres queridos. Son tiempos de solidaridad, acompañamiento y unión.

*Médica Geriatra. Asesora de la Lic. En Gerontología de Universidad Siglo 21.