Hace algunos días, a una hija mía se le cayó accidentalmente mi computadora. En ese momento, antes de verificar los daños, vi en cámara lenta cómo se desmoronaban las clases online, las tareas de los alumnos y los materiales que había buscado para mis materias.
Educación universitaria en casa: la internacionalización y el atajo de la virtualidad
Ahí comprendí esa gran dependencia tecnológica que generó la pandemia y el tiempo de cuarentena. Sí, nos guste o no, esa es nuestra herramienta actual y podemos seguir mirándola con recelo o poner manos a la obra y sacar el mayor beneficio posible. Nuestra riqueza, como docentes, no es ese aparato, sigue siendo nuestro saber, el saber hacer y el saber ser. Queremos enseñar y que nuestros alumnos aprendan; ese sigue siendo nuestro objetivo. Ahora tenemos el doble de trabajo porque muchos de nosotros, somos inmigrantes digitales y nos cuesta más la adaptación.
Pero no podemos perder la ilusión de enseñar que se trasluce, en este tiempo, en bucear en Internet para obtener el mejor material, en usar estrategias variadas y técnicas apropiadas que produzcan el “asombro” y ganas de saber de nuestros alumnos, que esperen a que todos se desconecten en la clase virtual para quedarse y plantearnos alguna pregunta o inquietud .
Tenemos la capacidad de seleccionar aquellos conocimientos significativos para incluir en nuestras planificaciones, la creatividad para hacerlos vivos y la habilidad para evaluar lo fundamental. Es el momento de revisar nuestras prioridades.
Está en nosotros, docentes, la buena utilización de estos medios para lograr el mejor y más efectivo aprendizaje en tiempos de pandemia
Cuando termine la cuarentena tendremos que preguntarnos: ¿qué habilidades logré que desarrollaran mis alumnos? ¿Qué incógnitas desperté? ¿Qué valores transmití? Nos quejamos de que no hay tiempo para leer en el aula ¿Cómo fomenté la lectura desde la virtualidad? Ahora hay tiempo.
Quizá, en una primera etapa, teníamos el apuro por aprender rápido el manejo de plataformas y hubo que diseñar trabajos para mantener escolarizados a los chicos pero ahora, hay que detenerse y pensar en objetivos genuinos y alcanzables, en planificar muy bien las actividades, en buscar técnicas y materiales que se adapten bien a ese fin y a los tiempos que tenemos .Todo esto, sin olvidar la necesidad de pautar el seguimiento personalizado para lograr una efectiva retroalimentación. Contamos con pizarrones virtuales, rutinas de pensamiento; tenemos libros online, videos, juegos, música , museos e imágenes de todo tipo; ¡desempolvemos el rotafolio!
Educación, la importancia del acceso a internet durante la cuarentena
Está en nosotros, docentes, la buena utilización de estos medios para lograr el mejor y más efectivo aprendizaje en tiempos de pandemia. Es nuestro el desafío, no lo desaprovechemos.
*Licenciada en organización y gestión educativa. Profesora de la Escuela de Educación de la Universidad Austral.
