Mientras en el Museo del Bicentenario se exhibe la lapicera Bic con la que Néstor Kirchner firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los allanamientos en las propiedades de Cristina Fernández de Kirchner dieron cuenta de una predilección por atesorar costosas lapiceras en la que se destaca la reina de este rubro, Montblanc, pero también otras marcas líderes de ese segmento como Cross y Dupont.
Muchas de ellas seguramente fueron regalos que se guardaban a modo de colección como tantos otros objetos hallados en El Calafate. Otras, según trascendió, estaban en uso. Entre ellas se destacan dos, pertenecientes a la colección Princesa Grace de Mónaco.
Se trata de una edición especial de la firma diseñada con una especie de escote femenino con un acabado dorado rosa. El diseño, claramente femenino, hace pensar que la lapicera está usando un vestido de cocktail corte sirena. Su precio ronda los 1200 dólares, depende cuál se elija dentro de esta serie.
Este modelo es tan solo uno de los tantos que ha creado la firma Mont Blanc desde su nacimiento: fue en Alemania en 1906 cuando Alfred Nehemias, August Eberstein y Clauss Voss combinaron sus conocimientos de ingeniería, comercio e innovación se unieron y crearon la más revolucionaria lapicera de la historia y así crearon “Rouge et Noir”, la primera pluma fuente producida en serie. Este nombre se retomó para la nueva colección presentada durante el evento con motivo de sus 110 años. Estaba elaborada en ebonita, oro blanco o plata con ojos de rubíes, esmeraldas o zafiros. En 1910, la empresa adoptó el nombre de Montblanc inspirado en la montaña más alta de Europa para mostrar cuál era su objetivo: ser lo máximo en su rubro.
Cross fue otra de las marcas halladas entre las lapiceras de Cristina: una de las compañías más antiguas dedicadas a la escritura pero en este caso proveniente de Estados Unidos, más precisamente de Rhode Island. Si bien hay modelos de alto valor, se pueden conseguir algunas plumas a precios màs accesibles que las Mont Blanc.
M.J.B.
