CULTURA
Reseña / Libro

"Blackie, una voz insumisa": la apasionante historia detrás de los gruesos anteojos ahumados

En "Blackie, una voz insumisa" (Gourmet Musical), Hinde Pomeraniec retrata la vida de la notable periodista, actriz, productora y conductora, inventora de los livings y los paneles de televisión, y precursora de los programas políticos.

Hinde Pomeraniec y tapa de su libro
La periodista, editora y escritora argentina Hinde Pomeraniec, y la tapa del libro. | Cedoc Perfil

Detrás de los gruesos anteojos ahumados que nada esconden, Paloma Efron, Blackie, es la protagonista por cuenta propia de su propia película. Que, luces afuera, es la difícil y concreta trama de las mujeres que se impusieron en un mundo pensado y dominado por hombres de aquí y de allá. Esta historia, y varias otras representativas del fresco cultural de la Argentina prometida, se enhebran en “Blackie, una voz insumisa” (Gourmet Musical) de Hinde Pomeraniec. Y la periodista, editora y narradora Pomeraniec escribe bajo la máxima de su maestra Blackie, “la gente quiere ver a la gente”.

Con capítulos nutridos de fuentes y abundantes fotografías, en la senda del referencial “Memorias y recuerdos de Blackie” de Ricardo Horvath, la autora escapa a la tela mistificadora que tejió la misma Blackie. Pomeraniec evita transformarla en la Yentl criolla, en una chica judía rebelde y romantizada, y busca las raíces de la futura pionera de los medios argentinos, lady crooner, entrevistadora descomunal y productora extraordinaria, en la dura inmigración judía. Y también la identidad desobediente que viene en el ADN de la cultura hebrea y que Blackie aprendería del Tata Yedidio, recordado como el Sarmiento judío en las colonias entrerrianas y santafesinas. Remembranzas que la misma Hinde, nieta de vecinos de los Efron, repone para desembrollar una comunicadora “que hacía hablar un país”. O cantar porque, entre varios hitos, Blackie es esencial en el jazz argentino. Como así también resulta en el teatro nacional en la época de la “señora de Olivari y Pondal”. 

“Una nueva Blackie, la de los gruesos anteojos oscuros de carey, disfrazada de vieja y más allá del bien y del mal, acaba de llegar este mundo para hacer lo que sabe y para lo que fue preparada. El saber al alcance de todos, casi una revolución cultural. Una Victoria Ocampo judía y plebeya nace para llenar con su voz y su risa inconfundible horas y más horas de radio y televisión”, relata Pomeraniec de un punto inflexivo, aquel que transformaría a Paloma en la demiurga de ciclos y trayectorias, a mediados de los cincuenta. Y jugando Hinde en “El sillón del Tata” con las mismas herramientas narrativas que Blackie montaba en sus retratos periodísticos de las luminarias del siglo pasado. 

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La incondicional difusión cultural y el fervor ecuménico, sorteando censuras y autocensuras, instituyen las huellas que se destacan en los distintos momentos capturados en esta reedición, con tenues agregados y bienvenidos anexos, de la publicación original de 2010. Quizá el cambio más radical sea en el título y eso impulsa la urgente reinterpretación de una mujer valiente y faro, hoy casi desconocida, como Blackie. 

Así recupera para las nuevas mareas verdes una compañera de ruta, sin maquillar sus grises, ni tampoco sus convicciones, “una mujer de hoy tiene en sus manos el inapreciable tesoro de la emancipación moral, social y económica ¿sabe en todos los casos qué hacer con esa emancipación? El medio ambiente que la rodea, ¿entiende bien esa emancipación?”, cita de “Blackie, una voz insumisa” de Hinde Pomeraniec. La inigualable polemista Blackie tira la primera alpargata.