El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Teatro Colón reinauguraron este 19 de octubre la Fuente y la Escultura de Plaza Lavalle, realizadas en homenaje a los nueve bailarines del Ballet Estable fallecidos 1971 en un accidente de aviación, tragedia que daría lugar al Día de la Danza que se celebra en Argentina cada 10 de octubre.
"Queremos conmemorar este día, recordar lo que nos han dejado los nueve bailarines que fallecieron en el Río de la Plata, en el accidente de avión. Legado que quedó no solo en el Teatro Colón como institución, sino en cada uno de los integrantes del Cuerpo Estable del Ballet, de la Escuela y del público de todo el país que los recuerda aún hoy 50 años después", dijo la Directora General del Teatro Colón, María Victoria Alcaraz.
El acto fue organizado por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana junto a la Subsecretaría de Paisaje Urbano, el Ministerio de Cultura de la Ciudad y el Teatro Colón, y convocó también a bailarines, familiares de los fallecidos, y al actual cuerpo estable del Ballet del primer coliseo junto a su directora, Paloma Herrera, además del ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro.
"Es un día muy emocionante. Pensar que yo veía esta estatua de chica, cada vez que venía al teatro, y ver ahora a los chicos del Instituto en la misma situación es muy conmovedor. Este tipo de homenajes es lo que mantiene el recuerdo vivo. Estoy muy agradecida de que todos ustedes estén acá para homenajear a la danza", dijo Herrera.
La escultura, que recuerda a los bailarines Sara Bochousky, Margarita Fernández, Norma Fontela, José Neglia, Marta Raspanti, Carlos Santamarina, Carlos Schiafino, Rubén Stanga, y Antonio Zambrana, regresó esta semana tras una restauración de casi dos años, a tiempo para el aniversario número 50 de la tragedia.
La puesta en valor realizada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana consistió en una limpieza manual exhaustiva del material (bronce). Se construyó el relieve del brazo faltante de la escultura utilizando fotos y documentos de registro. También se reparó la base original, y se reforzó el pie de apoyo y todas las soldaduras de la obra para aumentar su estabilidad y fortalecer su estructura. Por último, se reprodujo nuevamente la placa conmemorativa.
Los estudiantes de la carrera de danza del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón arrojaron claveles rojos a la fuente a medida que los homenajeados fueron nombrados. Además, el Consejo Argentino de la Danza, a través de su vicepresidente Matilde Gangitano, colocó un arreglo floral junto a la fuente. El buqué y cada una de las flores ofrendadas por los estudiantes, representaron un obsequio sentido y solemne a la memoria de los artistas del pasado.
"Hoy se plasma el volver a disfrutar de esta obra de arte que conmemora estos 50 años de dolor. Homenajear como corresponde a este suceso tan grande que se escribe todos los días y de los cuales estos magníficos bailarines y bailarinas fueron una página importante de esta historia", dijo Avogradro.
ds