Hay un famoso chiste sobre si el matafuego forma o no parte de una muestra de arte contemporáneo, cuando los criterios de belleza que derribó el siglo XX llevaron a la confusión sobre qué es arte y qué no. Con la apertura de las galerías en la Ciudad de Buenos Aires podemos cambiar extinguidor por botella de alcohol en gel o alfombra sanitizante para limpiarse los pies a la entrada y seguir la broma.
Sin embargo, estos productos tan extendidos en casas y comercios forman parte del protocolo para las visitas a las muestras que quedaron, la mayoría de ellas, atrapadas por la pandemia, cuando en marzo de este año todo el mundo del arte bajó la persiana. Cita previa, barbijo, aforo de dos personas completan el listado de requisitos para poder entrar a una galería y, de nuevo, confundir la visita con la de un turno médico o un corte de pelo.
Por suerte, cuando se llega a ellas, después de cumplir con todo el procedimiento de seguridad e higiene, la cosa cambia. Se vuelve a un modo de participación, de estar junto a obras y artistas se desata, como si nos sacáramos un delantal ajustado, para poder recorrer algunas de las exhibiciones.
Sin transgresiones ni delirios, deambular por la soledad de las salas de Marco (La Boca) y repasar los cuadros de #Bombadebrillo #espectacular de Cynthia Cohen y las piezas y obras de Futuras cavernas de Ana Clara Soler, apenas vistas hace meses, cuando el tiempo se detuvo en ellas y en nuestras vidas, es una cierta forma de felicidad. Vernos a los ojos con las artistas, el uso de barbijo ha intensificado este tipo de mirada, renueva el júbilo de esta actividad que combina el pensamiento, la contemplación y el deleite. Bonus track: el café del museo está abierto, aunque en la versión para llevar, y eso se celebra. (Almirante Brown 1031 y para reservar cita mandar a: [email protected] nombre completo y DNI).
La Galería Constitución funciona en La Boca y es espacio de arte y casa de Beto y Martín, sus dueños. Es ideal para visitar Limón, de Alfredo Dufour, que inauguró a poco del cierre total, pero en ese tiempo, como la fruta, maduró en la belleza y la inteligencia que su artista acostumbra a desplegar. Asimismo, ¿cuánto hace que no van a la casa de alguien? Constitución es, entonces, ideal para hacer doblete. Pidan turno en: [email protected], antes de ir a Del Valle Iberlucea 1140.
La muestra de Mayra Vom Brocke en la Galería Pasto se llama Recipientes y gatos. La exhibición copia a los felinos que se desperezan después de la siesta, hacen una curva perfecta con el lomo, estiran las patas delanteras y ronronean para que los mimen. En este caso, nuevamente con cita previa al correo: [email protected] o DM de Instagram @pastogaleria. La artista fue ganadora de la última Bienal de Arte Joven 2019 y uno de los benéficos efectos colaterales de esta situación es que, seguramente, la puedan ver en la galería junto a sus obras.
“Reabrimos la galería con la muestra La vida de las pinturas de Paola Vega y curaduría de Jimena Ferreiro”, anuncia Calvaresi por medio de un mensaje de correo electrónico. No podemos ir directamente a Defensa 1136, pero si coordinamos cita a [email protected] nos abrirán.
Andrés Denegri se ha eternizado con Máquinas de lo sensible en Galería Rolf. La muestra se inauguró bastante antes de la cuarentena y sigue hasta septiembre. Fue, sin quererlo, la más extensa de la galería hasta el momento. Una de larga duración que vale mucho la pena volver a verla o hacerlo por primera vez. Para ello, comunicarse con: [email protected].
Por lo tanto, si no nos dejamos intimidar y en cambio, cumplimos las comunicaciones serias y responsables de las galerías que encabezan sus mensajes con “Reapertura Covid 19”, muchas indicaciones, organización y pautas, locales que parecen cerrados, incluso, algo de miedo por salir para los que han estado bastante cautelosos en estos meses, retomaremos esa memoria corporal y emocional de conectarnos de nuevo. En los lugares que suceden los encuentros con las personas y el arte.