El fallecimiento de la famosa actriz griega Irene Papas, ocurrido este miércoles 14 de septiembre, tras años de batallar contra el Alzheimer, ha sacudido al mundo del espectáculo. Sobre todo, luego de los importantes trabajos que realizó en su carrera, extendiéndose a más de 60 títulos.
Nacida en 1926 en una aldea cerca de Corinto, comenzó su carrera a los 15 años como actriz radiofónica, cantante y bailarina, esta se extendería a más de cinco décadas. Se desempeñó tanto en teatro como en películas le valieron el apodo de la "Gran dama del teatro griego", además de convertirse en el símbolo heleno de belleza y de la cultura mediterránea.
Interpretó papeles de las grandes tragedias de la Grecia clásica, como Medea, Electra, Clitemnestra, Helena, Penélope, Anticlea y participó en películas como "Antígona" (1961), "Las Troyanas" (1971) -junto a Vanessa Redgrave y Katherine Hepburn-, y la adaptación cinematográfica de "Bodas de sangre" dirigida en 1976 por Souheil Ben-Barka.
Las obras en las que apareció han tenido tanta trascendencia que no solo han resultado ser una inspiración en la cultura griega, sino que además han sido reconocidas internacionalmente, y en recuerdo de su legado, les traemos las tres películas en las que participó que fueron nominadas en los Oscar.
Zorba, el griego (1964)
Es una película británico-griega de comedia dramática de 1964, escrita, producida, dirigida y montada por el chipriota Michael Cacoyannis, y basada en la novela "Vida y aventuras" de Alexis Zorbas de Nikos Kazantzakis.
Cuenta cómo, de camino a Creta para tomar posesión de una propiedad heredada, Basil, un tímido e inexperto escritor inglés, conoce a Zorba, un extrovertido griego con pasión por la vida, vitalista y con costumbres peculiares, que ejerce sobre él una gran influencia. Zorba, que al parecer no logró establecerse pero está lleno de historias y de dichos que quiere compartir, encuentra en Basil el discípulo indicado.
Irena Papas personifica a Wdowa, una bella, solitaria y enigmática viuda, representando a una mujer sencilla pero independiente en un mundo donde esto estaba casi prohibido.
La película fue nominada a siete premios de la Academia de Hollywood y obtuvo tres galardones: Mejor actriz de reparto para Kedrova, Mejor fotografía de una película en blanco y negro para Walter Lassally y Mejor dirección de arte de una película en blanco y negro para Vassilis Photopoulos.
Los cañones de Navarone (1961)
En el film que tiene como contexto la Segunda Guerra Mundial, los alemanes dominan las aguas del Mediterráneo por lo inexpugnable de fortín de Navarone, que, gracias a sus gigantescos cañones, cierra el paso a la navegación por el mar Egeo. A su vez, un comando tiene como tarea desmantelar dos cañones alemanes que custodian esa isla e impiden el rescate de dos mil soldados británicos.
5 películas inolvidables de Jean-Luc Godard, ícono de la Nouvelle Vague
Aquí, Papas interpreta a Maria Pappadimos, una de las mujeres miembros de la resistencia griega que intentan vencer a la vigilancia alemana. Recibió siete nominaciones al Oscar, y ganó en la categoría de Mejores efectos especiales. Además, fue nominada a los Globos de Oro (Mejor película - Drama y banda sonora original, a los BAFTA (Mejor guión británico) y al premio del Sindicato de Directores (DGA).
Electra (1962)
Esta fue una adaptación de la tragedia griega del mismo nombre, de Eurípides, donde tras una victoriosa campaña en la guerra de Troya el rey Agamenóny es asesinado. Años más tarde, sus hijos Electra y Orestes planean su venganza.
En la película de Michael Cacoyannis, la artista representó precisamente a Electra, uno de los papeles protagónicos más importantes de su carrera. Fue candidata a un Oscar a la mejor película extranjera, además de ganar el premio a la mejor adaptación cinematográfica en la edición de 1962 del Festival de Cannes.
En 1967, una dictadura acechó Grecia, razón por la que se marchó primero a Italia y después a Nueva York junto a otros artistas. En esos tiempos mantuvo una relación amorosa con Marlon Brando, el “amor de su vida” en sus propias palabras. Tras la caída de la junta militar griega en 1974, Irene Papas regresó a su país.
En 1995 fue condecorada con la insignia de la Orden del Fénix, que le otorgó el entonces presidente de la república helénica, Kostís Stefanópulos, poniendo de manifiesto la enorme trascendencia de la actriz.
