“ El mayor responsable es el cardenal (Jorge) Bergoglio, no estos chicos inexpertos”. Así opinó el reconocido artista plástico León Ferrari respecto de los destrozos que realizaron, en 2004, tres militantes ultracatólicos a sus obras expuestas en el Centro Cultural Recoleta.
Los tres militantes fueron beneficiados hoy con una “probation”, que incluye la donación de 100.000 pesos a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), un pedido que hizo el propio Ferrari. “Mi decisión responde a dos cosas: porque la CHA es una institución que va en contra de lo que piensa esa gente, en todas sus formas; y por la CHA en sí, que representa libertad sexual, y de opinión, por supuesto”, recalcó el artista plástico en diálogo con Perfil.com.
El beneficio de la “probation” fue resuelto por el Tribunal Oral número 30 -con el consentimiento de Ferrari, representado por su abogado, Pablo Slonimsqui-, en el que también se dispone que los tres acusados realicen tareas comunitarias en instituciones católicas durante dos años y tres meses, a razón de ocho horas por mes.
“Estoy conforme con esta resolución, sino esto se alargaba muchísimo. Estuve ahí en la sala cuando se abrió la causa, los vi a los chicos, muy jóvenes, un poco inexpertos... Una lastima. Pero el cardenal Bergoglio es en parte el principal responsable por incitación, porque dijo que yo era un blasfemo, mandó cartas criticando mi obra. Y como los chicos son tan religiosos...”, disparó Ferrari.
El artista plástico, sin embargo, dijo estar conforme con la decisión. “Me alegro que la Justicia me haya acompañado”, señaló Ferrari.
Los militantes que deberán resarcir los daños que ocasionaron son Héctor Capizzano, Carlos Astinza y Néstor Mariotti, por orden de los jueces Hugo Decaría, René Morales Penelas y Alejandro Litvack, que zanjaron así la demanda llevada a cabo por Ferrari a raíz de aquella controvertida muestra "Infiernos e idolatrías", de hace cuatro años en el Centro Cultural Recoleta, que fue airadamente resistida por sectores ultracatólicos que la consideraron profana.
Incluso una jueza local, Elena Liberatori, había clausurado la muestra, pero la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario revocó esa decisión y permitió su continuidad a principios de 2005.
(*) redactora de Perfil.com