CULTURA
Adelanto revista noticias

Miguel Brascó: “Tengo buena relación con el demonio”

Entrevista con el periodista, poeta, dibujante, humorista y más. Da cátedra sobre vinos y habla del budismo zen.

0829brasco468
| Juan Ferrari

Sólo una frustración lleva en la mochila: no haber estudiado piano. No parece mucho para un hechicero de las palabras, lúdico personaje que malversa sus talentos en el periodismo, la poesía, el dibujo y el humorismo. Carpintero y abogado, autor de canciones y editor, Miguel Brascó es más conocido por haber direccionado su formidable capacidad de goce hacia los vinos y la gastronomía.

- ¿Es un ser excesivo, un gran curioso o un acaparador de talentos?

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

- Brascó: Al comienzo de mi vida, titubeante, trémulo y adolescente, me pareció un mérito esa especie de talento renacentista. Los escritores son casi todos dibujantes; Blake, Ezra Pound. Yo estudié dibujo con José Planas Casas, tío de Battle Planas, él me dijo: “La casa de la creación tiene innumerables habitaciones, ventanas y puertas. Destraba todas las puertas, abre todas las ventanas”.

- ¿Al no limitarse, se va produciendo una sinergia?

- B: Estás convocando la totalidad de tus percepciones y experiencias. Fue clave, me sirvió para todo. Con el tiempo me di cuenta de que sobresalir en todo es como no sobresalir en nada. Iba a reuniones literarias y decían: “Ahí viene Brascó, que sabe de vinos una barbaridad”, siempre lo que no competía (sonríe).

- ¿Hay un equilibrio en su vida entre lo luminoso y lo oscuro, lo encontrado y lo perdido?

- B: Un equilibrio es el desideratum de cualquier criatura inteligente, no es tan fácil. La muerte de mi mujer, Lucila Goto, de cáncer a los 40 años, fue un hachazo, creí que me iba a morir. Me ayudó el budismo zen, uno de sus principios aconseja aceptar lo que viene y despedirse de lo que se va.

- ¿Cree que irá al cielo o derechito al infierno?

-  B: Creo que ambos existen acá, estoy más en el cielo, pero tengo buena relación con el demonio. Mi mujer se pone nerviosa, hablo del demonio con el padre (Rafael) Braun como quien habla de Kirchner. Las liturgias demonizan al demonio, pero Goethe lo definió claramente: “El Uno afirma y Dios niega”.

La entrevista completa en la edición de hoy de la Revista Noticias .