Roma, Italia – Módena, Italia – Los restos mortales del tenor italiano Luciano Pavarotti, quien falleció este jueves por la madrugada en su ciudad natal de Módena –al norte de Italia–, fueron llevados por la noche a la catedral de la ciudad donde su capilla ardiente permanecerá abierta al público hasta el sábado.
Bajo una lluvia de aplausos, el féretro blanco del cantante de ópera, que murió a los 71 años tras una larga lucha contra el cáncer, fue llevado a la catedral romana de la ciudad, declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cerca de un millar de admiradores y curiosos, además de un centenar de periodistas de todo el mundo, abarrotaron la plaza para ser los primeros en entrar en la capilla ardiente. "Módena se identificaba con Pavarotti, que dio a conocer esta ciudad en el mundo entero gracias a su voz extraordinaria”, declaró el alcalde la ciudad, Giorgio Pighi. “Su capacidad para expresar emociones era única”, agregó el funcionario.
Enfermo de cáncer, la salud del artista sufrió un marcado deterioro en las últimas horas y llegó a perder el conocimiento en varias oportunidades. Es que el año pasado se le diagnosticó un cáncer de páncreas y especialistas en Nueva York se lo extirparon, pero el cantante no consiguió restablecerse por completo. Desde entonces ha vivido retirado en Módena con su segunda esposa Nicoletta Mantovani y la hija de ambos, Alice.
Pavarotti, considerado uno de los grandes tenores de la ópera mundial, ya había sufrido en años anteriores varios problemas de salud, que en diversas oportunidades lo habían obligado a cancelar sus presentaciones.
El italiano comenzó su carrera el 29 de abril de 1961, cantando el papel de Rodolfo en La Bohemme en un pequeño escenario, en Reggio Emilia, cerca de Módena. En 1964, reemplazó a un colega enfermo en la Covent Garden Opera de Londres. En 1966, debutó en La Scala, y dos años después en el Met de Nueva York. En sus mejores momentos lograba la hazaña de llegar nueve veces a un Do de pecho en una partitura.
También se hizo conocido mundialmente por los conciertos de Los Tres Tenores, cantando junto con los españoles Plácido Domingo y José Carreras. Esta iniciativa alcanzó nuevas dimensiones, también financieras. En 1990, el trío aprovechó el mundial de fútbol para darse a conocer. Su presentación en vivo vendió diez millones de copias y se convirtió así en el " mayor éxito de ventas de música clásica en la historia de los discos".
Fuente: AFP y DPA
