CULTURA
escándalo en madrid

No volverá a su dueño una obra robada por los nazis

Una historia sin final feliz. Los legítimos herederos de un cuadaro comprado a bajo precio en 1939 recibieron un revés inesperado: un tribunal dispuso que no les pertenece.

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Elenco. Camille Pissarro, Lilly y Otto Cassirer-Neubauer y el barón Thyssen-Bornemisza. Abajo, el museo. | ap / cedoc

Antes de expulsarlos de Alemania en 1939, los nazis obligaron al matrimonio judío Otto y Lilly Cassirer-Neubauer a venderles a muy bajo precio una obra de Camille Pissarro. Así, Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia se convirtió en una de las muchísimas obras que los nazis se apropiaron en el apogeo de su poder. 

Como sucedió con otras piezas de arte robadas y usurpadas por el nazismo, el cuadro que Pissarro pintó en 1897 apareció a la venta. En este caso fue en una galería de Nueva York. Y allí lo compró en 1976 el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, poderoso empresario y coleccionista. Y desde la apertura del museo Thyssen-Bornemisza en 1992 (en Madrid), el cuadro integra la colección permanente. 

Hace quince años, Claudio, unos de los nietos de los Cassirer-Neubauer, inició un juicio para lograr que la obra vuelva a la familia, dado el contexto en que los nazis la adquirieron. En la demanda se argumentó que el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza conocía la historia de esa obra cuando la compró. 

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De hecho en la sentencia de abril de 2019, el juez californiano John Walker apuntó que el barón Thyssen no actuó “de buena fe” cuando compró el cuadro en 1976. “Había suficientes circunstancias sospechosas o ‘señales de alerta’ que debieron haber llevado al barón a realizar consultas adicionales sobre el título del vendedor”, detalló. Entre esas circunstancias marcó que el lienzo no tenía la etiqueta que sirve para reforzar la autenticidad de una obra y aumentar su valor: una ausencia más que sospechosa para un comprador avezado.  

En el juicio para recuperar la obra de Pissarro, el demandado fue el Estado español y la fundación pública Thyssen-Bornemisza. Esto se debe a que en 1993, esa imponente colección fue adquirida por España para evitar que, por cuestiones varias –sobre todo impositivas–, los Thyssen-Bornemisza la mudaran a otro país. Así, Madrid logró tener el “triángulo dorado” del arte: el Museo Nacional Del Prado, el Reina Sofía y el Nacional Thyssen-Bornemisza.

Pero la Justicia falló en contra del nieto Cassirer-Neubauer en 2019. Y también se incluyó en la sentencia que el Estado español estaba “incumpliendo sus compromisos internacionales con las víctimas de los nazis”.

Ese fallo se apeló y finalmente el Tribunal de Apelación de los EE.UU. dispuso que Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia es propiedad legítima de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. Los responsables del museo acusan a los herederos de los Cassirer Neubauer que en su demanda aseguraron “sin ninguna prueba” que el barón conocía el origen de la obra. Y agregaron que tampoco “revelaron que Lily Cassirer-Neubauer había sido indemnizada por la pérdida del cuadro por el Estado alemán en 1958, como ella había solicitado, por el valor de la obra en el mercado en aquel momento”.

El abogado español Bernardo Cremades Jr. representa a la comunidad judía en el “Caso del Pissarro del Thyssen”. Y calificó de “decepcionante” la decisión del Tribunal de Apelación de  otorgar la propiedad del cuadro al museo español. “La sentencia no es muy exhaustiva y y se limita a recopilar lo que dijo el anterior juez. (…) Si bien reconoce mala fe por parte del barón Thyssen cuando adquirió la obra, dice que esa mala fe no implica que el barón supiera que la obra era robada ni tampoco la fundación cuando la adquirió”, dijo Cremades Jr. Y resaltó que, en la sentencia, el juez “critica duramente” al Estado español y “le reprocha a España que tiene una suerte de doble moral firmando compromisos y, cuando le toca devolver, reniega de sus compromisos internacionales”, insistió Cremades Jr. “Nosotros participamos como amicus curiae y es la familia Cassirer la que debe decidir si apelan. Si deciden seguir adelante judicialmente, desde la Federación de Comunidades Judías de España y la Comunidad Judía de Madrid, valorarán continuar en el proceso. Una de las funciones básicas de la federación es intentar restaurar en la medida de lo posible o subsanar errores históricos del pasado”.