Gregor Schneider, uno de los artistas alemanes más en boga en este momento, causó hoy un revuelo mediático en Alemania al querer exponer en un museo a un moribundo y matar así uno de los últimos tabúes sociales.
"La muerte y el camino hacia la muerte son desgraciadamente hoy en día un sufrimiento", afirmó el artista de 39 años en una entrevista en la edición en línea del diario Die Welt.
Schneider defendió su idea de "exponer a una persona a punto de morir de forma natural o que acabe de fallecer” y explicó que su propósito es "mostrar la belleza de la muerte", idea que busca concretar desde 1996.
El artista dijo que busca a alguien que "dé previamente su acuerdo a todo". "Estará en el centro de todo y todo se desarrollará con el consentimiento de sus allegados", aseguró.
Su intención es exponer al moribundo en el museo Haus Lange de Krefeld (oeste alemán), un edificio construido en la primera mitad del siglo XX según los planos de Ludwig Mies van der Rohe. Pero el proyecto suscitó en seguida la polémica.
“La muerte es, efectivamente, un tabú en nuestra sociedad”, subrayó Hans-Heinrich Grosse-Brockhoff, secretario de Estado de Cultura de la región de Renania del Norte Westfalia, donde se encuentra el museo.
Pero "¿es por este motivo que uno puede exponer la muerte real?", se preguntó. El arte "¿no debe contribuir a erigir nuevos tabúes después de todos los que se han derrumbado?", agregó el secretario de Estado.
Políticos de Los Verdes y del Partido Liberal (FDP) de rango estatal describieron respectivamente el proyecto como "un intento de provocación" y un gesto de "mal gusto".
El artista, por su parte, explicó que si ningún museo acepta la propuesta, podría usar su propia obra-casa de Ménchengladbach para el acto fúnebre, titulado para este caso "Das Tote Haus ur" (algo así como "La ancestral casa muerta"). Schneider viene trabajando en esa casa, que bautizó "Haus ur", desde 1985, e hizo de ella un laberinto de trampas, cuevas y espacios insonorizados. Parte del edificio se expuso hace siete años en la Bienal de Arte de Venecia, lo que le valió al artista el León de Oro. La muerte y la decadencia son temas habituales para Schneider, que por ahora sólo ha conseguido exponer muertos artificiales.
Fuentes: DPA y AFP