CULTURA
Centenario de Astor Piazzolla

Astor Piazzolla en 100 datos y varios 'anti': feminismo, peronismo, comunismo y política

Genial, provocador, creativo, antipático, virtuoso y mil calificaciones le caben al bandoneonista Astor Piazzolla. Este 11 de marzo se cumple el centenario de su nacimiento.

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fotos históricas de Astor Piazzolla | NA-Familia Piazzola-redes-Piazzola.org

Astor Piazzolla: Astor Pantaleón Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata. Sus padres fueron “Nonino” y “Nonina”, Vicente Piazzolla y Asunta Manetti ambos nacidos en Mar del Plata, descendientes de italianos.

Astor Piazzolla: 10 obras para escucharlo en su centenario y en el año 3000

  • Se llamó Astor por Astor Bolognini, un amigo de su padre, que había sido primer cello en la Orquesta Sinfónica de Chicago, y Pantaleón por su abuelo paterno.
  • Cuando nació Astor Piazzolla, su madre estuvo llorando toda la noche porque descubrieron que tenía la pierna derecha hasta la rodilla, más delgada que la otra, el pie creció con normalidad pero algo torcido para adentro. Doña Asunta decidió esa noche no tener más hijos.
  • En su infancia fue operado varias veces para mejorar el desarrollo de su pierna. Los médicos supusieron que pudo haber sido por algún tipo de parálisis durante el embarazo, pero nunca tuvieron un diagnóstico claro. Le quedó una pierna dos centímetros más corta que la otra.

     

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    El joven Astor con sus padres, Vicente y Asunta.

     

  • Su malformación en la pierna no le impidió ganar carreras de natación en 100 y 200 metros o bailar zapateo americano en público.
  • Su primer bandoneón se lo regalaron cuando tenía seis años. Su padre siempre quiso que sea músico y lo hacía escuchar a la orquesta de Julio de Caro. Pero cuando se apareció con una caja, Astor pensó que eran los patines con los que soñaba. A “Nonino” le había costado 19 dólares en una casa de compra y venta de objetos usados. Piazzolla cuenta en sus memorias que nunca supo a quién había pertenecido, pero lo conservó toda su vida.
  • “Tengo una ilusión: que mi obra se escuche en el 2020.Y en el 3000 también”, dijo. La primera mitad de su deseo se cumplió con creces. Tendremos que esperar un poco más para saber si se cumple la segunda mitad.

Astor Piazzolla, 100 años: el bandoneonista que abrió la grieta en el tango

Piazzolla en Nueva York

 

  • Cuando Astor tenía cuatro años, su familia se instaló por primera vez en Nueva York. Su padre trabajaba en la peluquería de un mafioso y el músico se crió en ese ambiente duro. A los seis años, ya lo habían echado de dos escuelas.Ese ambiente violento le enseñó a pelear y solía reconocer que “acaso haya marcado también mi música”.
  • En Nueva York se ganó el apodo de “Lefty” (zurdito) por su buena trompada.
  • Criado en Nueva York, sorprendió varias veces por sus conocimientos de béisbol y por saber jugarlo.
  •  la vuelta de su casa comenzó a tomar clases de solfeo, violín y mandolina con un profesor italiano que mientras le daba clase, preparaba el tuco para los spaghettis. Aprendió poca música, pero supo el secreto de un buen tuco italiano: no dejarlo hervir.
  • A los nueve años, sus padres decidieron regresar a la Argentina y volver a Mar del Plata, aunque por poco tiempo.
  • Sus mejores recuerdos de aquel regreso a Mar del Plata fue comenzar a tomar clases de bandoneón con Homero Pauloni.
  • Sus compañeros de colegio se reían por la ropa que llevaba, por las dificultades que tenía con el castellano y porque no se terminaba de adaptar al colegio. “Cuando Lefty empezó a pegar, se acabaron las burlas”, evocaba Piazzolla.
  • Un año y medio después, volvieron a Nueva York y se instalaron en Little Italy.
  • Su mayor audacia ilegal fue robar una armónica, de la tienda Macy’s. El plan armado con su amigo Stanley salió bien, hasta que los sorprendieron en la puerta e intentaron arrearlos hasta una dependencia policial. Lograron escaparse corriendo. Aprendió la lección. “Nunca más se me ocurrieron cosas parecidas”.
  • En Nueva York conoció a Carlos Gardel y participó como canillita en la película “El día que me quieras”.
  • Un día se animó a tocar el bandoneón ante Gardel. Y el “Mudo” le dijo: “Pibe, vos tocás el bandoneón como un gallego”.
  • Un domingo, los Piazzolla invitaron a Gardel a comer a su casa. Doña Asunta se mandó una raviolada y buñuelos de manzana como postre.

 

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Gardel y Piazzolla en la película "El día que me quieras.

 

Cuando Piazzolla se metió en el tango

 

  • Piazzolla dijo que se enamoró del tango escuchando al Sexteto de Elvino Vardaro.
  • Su primer trabajo como músico fue en la orquesta de Gabriel Clausi, luego en la de Francisco Lauro.
  • De esa experiencia con el “Tano” Lauro le quedó el rechazo por el cabaret y cierta vida nocturna, donde explotaban a las mujeres. “Y eso que no soy ningún santo”, solía decir.
  • También durante esa época, probó cocaína. “No me pareció que me llevara al paraíso. Fue una buena vacuna, me salvé”, explicó.
  • En esos primeros tiempos en Buenos Aires, comenzó a frecuentar la orquesta de Aníbal Troilo, a quien miraba como a un Dios. A partir de ir a verlos tocar, comenzó su amistad con Hugo Baralis, a quien le contó que sabía todo el repertorio y que soñaba con incorporarse a la orquesta. Pero Baralis lo desanimó: A Troilo le gustaban los músicos con más experiencia. Sin embargo, la oportunidad le llegó cuando se enfermó el bandoneonista Toto Rodríguez. “Pichuco” le tomó una prueba y lo sumó.
  • Piazzolla quedó tan contento por cumplir su sueño, que se puso a tocar “Rhapsody in Blue” de George Gershwin con el bandoneón, y tuvo el primer “choque”, aunque mucho más amable que los que le llegarían. Orlando Goñi le dijo “Con eso no le ganás a nadie, dejá esas cosas para los norteamericanos”.
  • Se casó con Dedé Wolff el 31 de octubre de 1942, con quien estuvo casado durante 24 años.
  • Con su primera esposa tuvo dos hijos: Diana, escritora ya fallecida, y Daniel, también músico.
  • Luego fue pareja de Amelita Baltar, pero terminaron muy mal, y Astor hasta llegó a censurar toda la relación en el libro que escribió su hija.
  • La cantante contó que uno de los grandes problemas que tuvo con Piazzolla fue por un embarazo no querido. “Piazzolla me torturó mal: "Si vos ya tenés un hijo, si esto no lo buscaste!, me gritaba. "Andate y ponele Baltar. No lo quiero!" Nunca lo perdoné”, contó Baltar años después.
  • Su último amor fue Laura Escalada, hoy presidenta de la Fundación Astor Piazzolla.

 

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Horacio Ferrer, Amelita Baltar y Astor Piazzolla.

 

  • Por esos comentarios que le hacían sus compeñeros músicos, no siempre bienintencionados como el de Goñi, Piazzolla siempre se sintió un poco “sapo de otro pozo” en el tango y su reacción era hacer maldades. Por ejemplo, a Lauro le aflojó los tornillos del bandoneón y se le desarmó tocando un tango.
  • Por estas cosas y por sus inquietudes al tocar, Troilo lo empezó a llamar “Gato” porque nunca se quedaba quieto.
  • Aníbal Troilo, por cuestiones similares, lo quiso echar tres veces. Solía encerrar con llave en el camarín al ballet cuando tenía que salir a escena o encender petardos en los reservados, donde los habitués del cabaret cerraban las cortinas para tener sexo con las coperas. Un día, preparó un espiral contra los mosquitos y un petardo para que explotara mientras estaba tocando. Troilo lo miró, pero Piazzolla estaba en el escenario, tenía la coartada perfecta. Años después, le confesó la travesura: “Te salvaste, Gato. Si tenía un revolver en ese momento te pegaba un tiro”, le contestó “Pichuco”.
  • Más bromas pesadas: en un viaje en auto a Córdoba, pararon para cargar nafta y Astor sacó del baúl una carabina que usaba para cazar. ¡López Ruiz se pegó un susto bárbaro! Piazzolla lo tranquilizó y le mostró que estaba descargada. A los pocos kilómetros, ya en pleno viaje, advirtió que venía un ciclista.“¡Agarrá el volante!”, le gritó Astor de pronto.Entonces asomó la mitad del cuerpo por la ventanilla y le apuntó con la carabina al ciclista. Con cara de terror, el pobre ciclista se fue a la banquina y al agua estancada.
  • Mientras tocaba con Troilo, comenzó a tomar clases con su primer gran maestro, Alberto Ginastera, quien le enseñó, entre muchas otras cosas, que el músico no puede quedarse sólo en su arte, sino que también tiene que saber de cine, de teatro, de pintura, de literatura…
  • En 1944, Piazzolla decidió irse de la orquesta de Troilo y a “Pichuco” no le gustó nada. Se enojó mucho. Hasta la madre de Troilo le habló a la esposa de Astor para que se quedara. Piazzolla tenía apenas 23 años, pero estaba cansado del cabaret y de que le tacharan todos los arreglos.

 

Las primeras orquestas de Piazzolla

 

  • Tras su salida de la orquesta de Aníbal Troilo, Piazzolla comenzó a dirigir la del cantor Francisco Fiorentino. Una de las “rarezas” es que pudo grabar, con esa orquesta armada para acompañar a “Fiore”, dos obras instrumentales.
  • En 1946 formó su propia orquesta, con la que realizó presentaciones y grabaciones hasta 1949. Por su audacia y su exigencia, no era muy popular, y la disolvió por falta de trabajo.
  • A partir de disolver su orquesta, comenzó a realizar arreglos para otros compositores.
  • También compuso música para películas a lo largo de toda su carrera. Desde “Bólidos de acero” o “Con los mismos colores”, pasando por “Con alma y vida”, “El infierno tan temido”, “Llueve sobre Santiago”, “Lumiere”, “La camorra”, “El exilio de Gardel” y “Sur”, entre muchas otros.
  • En 1953 estrenó la obra “Tres movimientos sinfónicos” y “Sinfonietta para Orquesta de Cámara”.

 

Su mayor maestra, Nadia Boulanger

 

  • Se fue a vivir a París, en 1954, con su esposa Dedé, a estudiar música con Nadia Boulanger, que había sido condicípula de Maurice Ravel.
  • Boulanger le cambió la vida y la obra. Un día, su maestra le reconoció que todo lo que le llevaba “estaba bien escrito, pero le faltaba espíritu”. Piazzolla no le había contado ni que tocaba tango, ni que su instrumento era el bandoneón. Dos días después, comenzó a sincerarse. Nadia le pidió que tocara uno de sus tangos. Astor se disculpó porque no tenía su instrumento y tocó “Triunfal” en el piano, a pesar de que no dominaba bien el instrumento. No lo dejó terminar. “Astor, esto es hermoso, me gusta mucho, aquí está el verdadero Piazzolla, no lo abandone nunca”. Piazzolla siempre le agradeció las enseñanzas a Boulanger y recordaba que era una persona muy dulce. Decía: “Fue como aprender con mi mamá”.
  • A su regreso a la Argentina tras sus estudios con Boulanger, su primera formación musical fue el Octeto Buenos Aires, que duró muy poco.
  • Sus otras formaciones musicales importantes fueron la Orquesta de Cuerdas, el Quinteto, el Nuevo Octeto, el Noneto, el Conjunto electrónico y el Quinteto Jazz Tango.
  • También grabó discos con Gerry Mulligan, Gary Burton, Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero y Jorge Luis Borges, Horacio Ferrer y Mina.
  • Tuvo un programa de televisón que se llamó "Wellcome Mr. Piazzolla.
  • Decía que el disco con Gerry Mulligan “Reunión cumbre”era una de las cosas más lindas que había hecho en su vida. “Había un motivo, si se quiere, nostálgico. En 1955, en París, escuchando el octeto de Mulligan empezó a tomar forma el Octeto Buenos Aires”, recordaba.
  • Cuando falleció su papá en 1959, le hizo un gran homenaje. “El teléfono me explotó como una bomba atómica. Unos días después, pedí que me dejaran solo y en menos de una hora compuse ‘Adiós Nonino’. Entonces lloré como pocas veces he llorado en mi vida”, contó.
  • Decía que ‘Adiós Nonino’ es el mejor tema que compuso. “Me propuse mil veces hacer uno superior y no pude”.
  • Quizá por esa obsesión por “hacer uno superior” o por amor a su padre, o mejor, porque es su gran obra, de “Adiós Nonino” hizo alrededor de 20 arreglos diferentes.

 

La obra y la pelea con Jorge Luis Borges

 

  • Con Jorge Luis Borges tuvo una relación muy tirante. En 1965 se unieron para el disco “El Tango, donde Piazzolla musicalizó poemas del gran escritor, cantados por Edmundo Rivero y recitados por el actor Luis Medina Castro.
  • Se cuenta que mientras esperaban que llegara Rivero, Piazzolla le mostró partes de la obra, y fue Dedé Wolff, su esposa pintora, quien interpretaba las partes cantadas. Luego llegó Rivero y grabaron. Cuando le preguntaron a Borges qué le había parecido lo que había escuchado, contestó “: ‘Sí; claro; por supuesto; pero qué quiere que le diga, Piazzolla, a mí me gustaba más cómo lo cantaba la chica’.”
  • La relación con Borges terminó muy mal. El escritordijo que Piazzolla no sabía nada de tango, y Astor le replicó que no sabía nada de música y que era sordo.

 

Astor Piazzolla y el pensamiento político

 

  • También fue amigo de Julio Cortázar, pero el autor de Rayuela le retiró el saludo por haber cenado con el dictador Jorge Rafael Videla.
  • Su hija Diana también decía que nunca se lo iba a perdonar ese encuentro con el dictador.
  • Piazzolla cuenta en sus memorias, que no le dejaron opción. “¿Qué invitación? Me mandaron a buscar, que es distinto. Vinieron dos tipos de negro con un sobre y una carta donde decía que el presidente Videla me esperaba tan día a tal hora (…) En ese momento me di cuenta que hacerse el machito no servía de nada”.
  • Otra de sus definiciones al respecto es “A nosotros, los argentinos, nos faltó un personaje como (Augusto) Pinochet. Quizá a la Argentina le faltó un poco de fasciscmo en un momento de su historia”.
  • Piazzolla reconocía haberse equivocado por dedicarle una obra a Alfredo Astiz. “En el caso de ‘Los lagartos’ (la obra en cuestión) debo confesar que sí, que me equivoqué. Pocos días antes de la guerra de las Malvinas me impactó lo que parecía un hecho heroico, la toma de las islas Georgias del Sur. Yo no sabía quiénes eran, simplemente vi un grupo de argentinos poniendo el pecho por su país. Entonces les dediqué un tema que tenía escrito y estaba sin nombre. A los pocos días viene un amigo radical y me dice: “¿Qué hiciste, loco?” Y me contó todo. Ahí me desayuné, supe quién era el capitan Astiz. Ese mismo día lo borré del repertorio, pero no tiré el tema porque era muy lindo: es la “Tanguedia” de “El exilio de Gardel, la película de Pino Solanas.”
  • Tommy Gubitsch, guitarrista de Invisible, fue llamado por Piazzola para integrar su octeto electrónico con el que se fue de gira por Europa en 1977. Astor les pidió a los músicos que no hablaran mal de lo que pasaba en la Argentina, porque los irían a escuchar oficiales de la embajada argentina. Tanto Gubitsh como Osvaldo Caló, respondieron que “no criticamos ni al país ni a los argentinos, sino a la junta militar”. La relación entre el bandoneonista y los músicos estaba rota. Durante la introducción que el guitarrista hacía en cada concierto de la obra de Piazzola “Libertango”, esa noche realizó una variación improvisada de “Hasta siempre, comandante” canción de Carlos Puebla dedicada al Che Guevara. Piazzola lo odió y en la mencionada cena con Videla dijo que esos músicos eran “ególatras, drogadictos e izquierdistas”. Por años, Gubitsch no pudo volver a Argentina. 
  • Antiperonista. “No me gustaban los métodos ni las reverencias que había que hacerles a Perón y a Evita para poder trabajar”, dijo. “Lo que sí debo reconocer es que durante el gobierno de Perón se alentó y se apoyó la música argentina. No es casual que el tango haya tenido un gran auge hasta 1955, que es cuando termina en mi opinión la famosa época del ’40. Cuando llegó la Libertadora (el golpe militar que derrocó a Perón) hubo revanchismos y eso tampoco me gustó”.
  • Piazzolla dijo abstenerse de participar de un concierto para la Fundación Eva Perón, pero su ausencia no fue por razones ideológicas, sino porque había disuelto su orquesta. La misma formación con la que en 1948 grabó un tema a la medida del Primer Plan Quinquenal con una letra que tenía la “euforia” del primer peronismo. “Yo tengo la suerte de ser argentino/ vivir en la patria más linda y feliz” cantaba Alberto Montan Luna en “República Argentina”, un vals de Santos Lipesker y Reinaldo Yiso, arreglado por Piazzolla.

 

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Piazzolla y Diego Armando Maradona

 

  • Carlos Menem. Piazzolla dijo que si el riojano ganaba las elecciones, se iba definitivamente de la Argentina. “No tenía nada personal contra Menem pero lo identificaba con lo peor del peronismo, con los sindicalistas, que en mi opinión le han hecho mucho daño al país. La respuesta de Menem me descolocó. En lugar de enojarse y mandarme al diablo, como tenía derecho, dijo que yo era un músico de lujo para la Argentina (…) Me confesó que era hincha de Aníbal Troilo, cosa que me gustó porque compartimos la admiración, pero después me dijo lo mismo de Héctor Varela y se me vino el alma al piso”.
  • Antipolítica: “No me interesa la política ni la economía, los verdaderos móviles que tienen las sociedades actuales. Es una especie de ‘menefreguismo’.
  • Antifeminista. “Con una mujer así (hablaba de Jeanne Moreau) acepto el feminismo, las otras, que se queden concinando en sus casas”, dijo en 1975.
  • Tampoco respetaba al rock nacional, al que calificaba como “disparate”. “Es rock y punto”.
  • Sobre el folclore dijo que “se ha detenido”. “El tango avanzó más, porque tuvo y tiene mejores músicos”.

 

Tocar el bandoneón de pie

 

  • Fue el primer bandoneonista que tocaba el bandoneón parado. Según explican Leopoldo Federico y Roberto Di Filippo en un apéndice de las memorias de Piazzolla, “el bandoneón parecía un instrumento para tocar sentado, pero él rompió la tradición. La teoría indica que tocando parado, las dos cabezas donde están los teclados tienden naturalmente a caerse hacia los costados, lo que obliga a un esfuerzo extra para sostenerlos. Piazzolla ignoró esta dificultad- el bandoneón pesa como 10 kilogramos- y además es capaz de estar dos horas parado, tocando con la misma eficiencia de la primera a la última nota. Hasta en eso fue distinto a todos”.
  • Piazzolla empezó a tocar parado cuando se convirtió en solista. “Sentí la necesidad de buscar otra posición, que se adecuara más a mi personalidad. Sentado, me daba la sensación de estar atado. Desde entonces, toco con las tripas sobre el ‘fueye’”, explicó.
  • Troilo y Piazzolla estuvieron enojados poco tiempo. Cuenta Astor que cuando formó su orquesta, ‘Pichuco’ fue a desearle suerte, y que también fue ‘hincha’ del Quinteto. “Gato, nunca le pifiás a una nota”, de decía el llamado ‘Bandoneón Mayor de Buenos Aires’.

 

“Gato, nunca le pifiás a una nota”, le decía Aníbal Troilo.

 

  • A Troilo, Piazzolla le compuso la “Suite Troileana” y “El Gordo Triste”, con letra de Horacio Ferrer.
  • La viuda de Aníbal Troilo, Zita, le regaló un bandoneón de ‘Pichuco’. Astor decía que no era ‘tocable’ para él, porque “era como un auto que maneja una tía a 40 kilómetros por hora. Cuando se lo acelera a fondo, no responde. Lo mismo me pasa con el fueye de Troilo, lo tengo que tocar suavemente. Y yo no acaricio nada. Mis dedos son una ametralladora. (…) lo guardo como una reliquia”.
  • El otro bandoneón sagrado para Piazzolla era el que le regaló su padre, que se lo dio a su nieto baterista, Daniel “Pipi” Piazzolla.
  • A Osvaldo Pugliese Piazzolla lo respetó mucho siempre. Alguna vez los músicos lo invitaron a un ensayo del Octeto Buenos Aires para que los escuchara y les diera no sólo una opinión sobre la calidad de los arreglos o el sonido, sino para saber si permanecían o no en el género. “Es tango”, sentenció don Osvaldo y todos respiraron aliviados.
  • Con Pugliese compartieron un mítico concierto en Holanda, en 1989, que fue editado dos discos compactos. “Escribí un arreglo especial de ‘Adiós Nonino’ y Osvaldo parecía un despistado, no embocaba una nota. Después yo quise tocar ‘La Yumba’ a su manera y no pude. Me sentí mal, como si estuviera ensuciando su música. Está escrito que nuestros caminos deben ir por separado. Lo que se mantendrá siempre inalterable es mi aprecio por su persona y mi admiración hacia el músico”.

“Es tango”, sentenció don Osvaldo Pugliese

  • Para Piazzolla, Troilo fue el número 1, pero el “Verano porteño” que tocó la orquesta de Osvaldo Pugliese fue una “joyita”.
  • Nunca le interesó el fútbol, y decía no entenderlo. Pero la aparicón de Diego Maradona lo convirtió en fanático “Miro los partidos por él”, decía. Hasta que tuvo una premonición en un momento clave de la carrera futbolística del Diez. El día del partido de Argentina y Brasil en el mundial de 1990 le dijo a Natalio Gorin “Lo gana Maradona”.
  • Tristezas de un doble A es otra de sus grandes obras. “Doble A” se refiere a una mítica fábrica de bandoneones. Las siglas pertenecen a Alfred Arnold. Pero según Horacio Ferrer, se refería a Astor y Amelita.
  • Su obra “Fuga y misterio”, perteneciente a la operita “María de Buenos Aires”, con letras de Horacio Ferrer, fue la cortina musical del programa de televisión “Tiempo Nuevo”, que Bernardo Neustadt condujo durante tres décadas.
  • En 1970 grabó “Volver” y “El motivo” a dúo con su viejo amigo Aníbal Troilo.
  • Una vez, Piazzolla quiso sorprender al pianista Dante Amicarelli, porque se daba cuenta de que el músico tenía la gran virtud de leer a primera vista la partitura más exigente. Un día le escribió un arreglo de “Adiós Nonino” “que lo va a dejar de cama. Si lo toca de primera, me corto las venas”, dijo Astor. Amicarelli dijo “lindo arreglito”, lo que enfureció a Piazzolla, pero logró tocarlo sin pifiar, y afortunadamente Piazzolla no cumplió su promesa.

 

Músicos y cantantes favoritos de Astor Piazzolla

 

  • A la hora de elegir a sus mejores músicos, mencionó a Fernando Suárez Paz, Jaime Gosis, Kicho Díaz, Horacio Malvicino. No porque sean mejores o peores músicos que otros que tocaron con él, sino porque fueron los que mejor pudieron interpretar el espíritu de Piazzolla.
  • Con respecto a sus cantantes, Milva era quien mejor lo interpretó, según su criterio. A Héctor de Rosas lo falificaba como el más “pulcro de todos”, y a Roberto Goyeneche y a Edmundo Rivero, como “clásicos, los mejores que tuvo el tango después de Gardel”.
  • Su principal socio compositor fue Horacio Ferrer.
  • Su hobby fuera de la música era pescar tiburones en Punta del Este.
  • Su último representante artístico y apoderado, Atilio Talín contó que algunas declaraciones de Piazzolla hechas en caliente o por peleador, terminaron en Tribunales. Pero nunca recibió un reclamo económico.
  • Cansado de los reclamos acerca de si la música que hacía era o no tango, solía bromear en sus conciertos cuando anunciaba algún tema: “Bueno, ahora vamos a tocar un tango”.
  • “Piazzolla, los años del tiburón” y “Quereme así (Piantao)” son dos documentales sobre su vida.

 

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El libro de Memorias de Astor Piazzolla.

 

  • “A manera de memorias”, publicado por Perfil Libros y escrito por Natalio Gorin es su biografía más importante, y fuente de muchos datos de esta nota. Su hija Diana escribió la biografía novelada “Astor”. También se publicaron “Piazzolla, el mal entendido”, de Diego Fischerman, “Piazzolla del 46”, de Gaspar Astarita, "El tano y yo", de Horacio Malvicino y “Astor Piazzolla. El tango culminante”, de Julio Nuder, Aldo Delhor y Laureano Fernández.
  • Su último concierto fue el 3 de julio de 1990 en Atenas.

 

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Astor Piazzolla en el Teatro Colón


Pa' que escuchen los muchachos
 

  • En 1961 le ofrecen grabar dos discos. Uno “bailable” y el otro con “su música”. Así se editan “Piazzolla bailable y Apiazzollado” y “Piazzola interpreta a Piazzolla”. Otro triunfo de Astor: el segundo se vendió mucho más.
  • ¿Bailar o escuchar? Un día, la discusión con Aníbal Troilo acerca de si al público había que darle música para bailar o música para escuchar, le dio una batalla ganada a Astor. En los carnavales de Boca Juniors, la orquesta comenzó a tocar “Inspiración” y la gente dejó de bailar para acercarse al escenario a escuchar.
  • Además de “El gordo triste”, la operita “María de Buenos Aires” y “Balada para un loco" fueron las obras más importantes que compuso con letra de Horacio Ferrer.
  • Estudió piano pero le costaba tocarlo porque tiene los dedos para afuera, deformados por tocar el bandoneón.
  • En 1973 tuvo un infarto, en parte provocado por los cien cigarrillos por día que fumaba.
  • En 1988 le realizaron un cuádruple by pass.
  • Un infarto cerebral lo postró el 4 de agosto de 1990 en París. Estuvo internado en ALPI para tratar de rehabilitarse, sin demasiados avances.
  • Su agonía duró 23 meses.
  • Murió el 4 de julio de 1992 en Buenos Aires, a quien reconocía como su tercera maestra.