La versión teatral de la famosa novela Matar a un ruiseñor de Harper Lee –premio Pulitzer en 1961 y llevada al cine un año después–, cuyo estreno estaba programado para diciembre en Broadway, ha sido demandada por la administradora de la herencia de la escritora estadounidense fallecida en 2016, Tonja B. Carter. En la demanda, presentada ante una corte federal en Alabama, se afirma que la adaptación del reconocido productor y guionista Aaron Sorkin se desvía de la obra original y cambia el “espíritu” de los personajes, según el periódico The New York Times. De este modo, el guionista de La red social, que ganó un Oscar en el 2011, y de Steve Jobs, violaría el contrato entre Lee y los productores, que establece que los personajes y la trama deben permanecer fieles al libro. Sorkin es creador de varias series exitosas, como The West Wing (El ala oeste de la Casa Blanca), con la que obtuvo cuatro premios Emmy, y The Newsroom, emitida por la cadena HBO, entre otras.
En febrero pasado, Carter, abogada designada por Lee para administrar su patrimonio, se reunió con Scott Rudin, productor de la adaptación, para transmitirle sus serias preocupaciones acerca del guión. Rudin fue presidente de la 20th Century Fox en 1986 y es conocido por producir películas como The Truman Show (1998), Sleepy Hollow (1999), Notes on a Scandal (2006), No Sin lugar para los débiles (2007) o La red social (2010). La reunión entre Carter y Rudin concluyó sin que se llegara a un acuerdo se señala en la demanda presentada por el abogado Matthew H. Lembke, un notorio profesional y miembro de la prestigiosa Academia Estadounidense de Abogados de Apelaciones (AAAL). La demanda indica que la adaptación no debe desviarse de la caracterización del abogado Atticus Finch (basado en el propio padre de la autora) en la novela, donde se lo presenta como defensor de la igualdad racial.
La demanda también cita una entrevista donde Sorkin describió cómo Atticus Finch (interpretado por Gregory Peck en el cine) evoluciona moralmente en el transcurso de la obra, en parte a través de su relación con la doncella negra de la familia Finch, Calpurnia, quien tiene un rol mucho más importante en el guión. Rudin ha señalado al New York Times que no podría presentar una obra “que dé la sensación de que fue escrita el año en que el libro fue escrito en términos de su política racial: no la haría interesante. El mundo ha cambiado desde entonces”. La versión teatral de Matar a un ruiseñor es coproducida con el Lincoln Center y será protagonizada por Jeff Daniels, actor principal de The Newsroom. La adaptación está dirigida por Bartlett Sher, un director de amplia trayectoria que esta temporada dirige una nueva puesta de My Fair Lady en Broadway. Desde que se publicó por primera vez en 1960, la novela ha vendido más de cuarenta millones de copias en Estados Unidos y el resto del mundo. Lee firmó en junio del 2015 el contrato autorizando la adaptación y recibió cien mil dólares por los derechos de producción.
El año pasado, Rudin fue demandado por la University of the South, que posee los derechos de las obras del dramaturgo y novelista Tennessee Williams, por incumplimiento de contrato en la reposición de El zoo de cristal.