Con los debuts del Cata Díaz y Gigliotti, más Riquelme, Bianchi pondrá en escena a casi todos los titulares que tiene en mente. Ayer, Valencia anunció la desvinculación de Gago.
La vida de Boca está llena de lugares comunes: que está obligado a ganar, que después de un semestre pésimo no tiene margen de error, que tiene que salir campeón; hay tantos “que”, que se impone una pregunta: ¿qué tiene Boca para saldar todos esos lugares comunes?
El equipo de Bianchi se presentará hoy a las 18.30 en San Luis para enfrentar a la Selección local en el estadio Juan Funes. En el tercer amistoso de pretemporada de Boca hará su (re)debut Cata Díaz, proveniente de Atlético de Madrid.
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En tanto, el DT acomoda las piezas de cara al debut en el torneo Inicial, a la espera de la llegada de Fernando Gago, el hombre del primer pase en el esquema de ataque.
Dupla. Valencia hizo ayer oficial la desvinculación de Gago. Boca pagó por el jugador 1,7 millones de euros por la mitad del pase. El ocho de la Selección argentina será el ladero de Riquelme. El diez será el enganche de un equipo que esta tarde contará con casi todos los futbolistas del ideal del Virrey. El tándem es la esperanza de Boca para tener el plus de juego que le permita sostener el cartel de candidato. Hace poco más de un año, Gago dijo del capitán de Boca: “Es un jugador que no se puede discutir. No se le puede criticar nada, es el mejor jugador que vi”.
Después de mucho tiempo, Román hizo una pretemporada completa, sin ejercicios diferenciados. Además, Boca volvió una semana antes a los entrenamientos que la mayoría de los equipos, para achicar el margen de error en la puesta a punto. Riquelme no estuvo en el triunfo de Boca ante Olimpo, el miércoles. Ahí, Bianchi decidió no exponerlo físicamente. El día de Román es hoy. Mientras, él también espera a Gago.
La herencia. Bianchi todavía no encontró a su Martín Palermo. A diferencia del nueve de oro, ninguno le despierta la confianza para entregarle el cheque en blanco del área grande. A Santiago Silva le dio pocas chances hasta confinarlo en tiempos de pretemporada a la Reserva. Con Lucas Viatri no puso reparos para que fuera cedido a préstamo a Chiapas Fútbol Club.
Nicolás Blandi (no viajó a San Luis por molestias musculares) era su faro, o el que más le gustaba para cumplir esa función. Igual pidió por Gigliotti, que hoy debuta. El Virrey lo llamó personalmente y lo convenció para jugar en Boca, aun cuando el ex futbolista de Colón tenía acordado su arribo a Pumas de México. Sin la chapa de Palermo, Gigliotti y Blandi pelean por un lugar. El jugador de la casa, por ahora, corre de atrás. Bianchi no va a jugar con doble nueve. La competencia entre los dos es para dirimir quién acompañará al Burrito Martínez en la delantera.
Di Zeo dijo que es inocente
Ser o no ser. Rafael Di Zeo es el centro de las miradas tras el episodio en el que murieron dos barras de Boca.
En las imágenes se ve a alguien con casco de moto que dirigía al grupo que no pertenece a la barra denominada oficial y que perpetró el ataque en las inmediaciones del estadio de San Lorenzo. Según la Policía, podría tratarse de Di Zeo. Rafa habló ayer: “Cualquier cosa parece mi culpa. No sé andar en moto, no estaba en el lugar, no tengo nada que ver con esto”, dijo Di Zeo. Sin embargo, según publicó Olé ayer, Di Zeo se presentó en Tribunales el 3 de noviembre de 2011. Ese día llevaba puesto un casco; había llegado en moto.
Di Zeo se quejó de las acusaciones y de que su nombre aparezca en los medios. “Están inventando. Tengo miedo de que democráticamente no sea haga justicia”, dijo.
