“Yo no hablo” fue lo único que salió de la boca de Carlos Bianchi. Era la presentación de un libro de cuentos para chicos y el manager de Boca Juniors estaba presente. Un periodista lo persiguió por todo el lugar con la convicción de hacer hablar al hombre que sólo da conferencias de prensa.
“Carlos, ¿le puedo hacer unas preguntas?, es para Perfil.com”, fue el puntapie inicial para el duro partido en busca de una declaración. Bianchi jamas tuteó al periodista: “¿Qué necesita señor? Yo no hablo, si charlo con usted, tengo que hablar con todo el mundo, entiéndame” y se escabulló entre la gente para ir a saludar a viejos conocidos.
Lo que empezó como una pregunta se convirtió en un juego de persecución. Cuando terminó la presentación, el ex DT de Boca se fue para el estacionamiento a buscar su Mercedes Benz y se encontró con el muchacho, que insistió: “Carlos, ¿y a la Selección cómo la ve?".
“No voy a hablar señor” repitió Bianchi. El periodista, casi vencido por la negativa constante, le preguntó: “¿Para que lado va Carlos?”. "Para el club", respondió, “¿No me tira?, voy para aquel lado”, retrucó el periodista. “Como no, suba”, dijo Bianchi.
Ya en el auto, el manager de Boca insistió en devolverle un peso que el periodista le había prestado para pagar el estacionamiento. “Deje Carlos, me está llevando, cómo me va a devolver el peso”. “Agarrelo señor o se baja del auto” esbozó un cortante Bianchi.
Y ahí siguió la lluvia de preguntas: “Carlos, ¿Va a dirigir Boca el año que viene?, ¿cómo lo ve a Basile?, Palermo dijo que lo ve golpeado, ¿van a traer algún jugador?, ¿y la Selección? ¿le gustaría dirigir la Selección?. “No voy a hablar señor, no insista", concluyó Bianchi.
Llegaron al predio del Club Atlético Boca Juniors y Carlos despidió al periodista que, sin haber conseguido lo que buscaba, volvió en colectivo a la redacción.
(*) De la redacción de Perfil.com