En Cueste lo que Cueste se hizo analizó la consagración de Independiente Rivadavia de Mendoza como campeón de la Copa Argentina, tras una final intensa ante Argentinos Juniors que se definió por penales. La Lepra escribió una página dorada en su historia y el programa puso el foco tanto en la fortaleza del conjunto como en el contexto del fútbol nacional.
La consagración de Independiente Rivadavia bajo la lupa de Cueste lo que cueste
“El festejo fue enorme. Independiente Rivadavia mostró carácter y temple. Villa, el dueño del equipo, manejó todo y fue el patrón de ese conjunto”, resumieron. El equipo mendocino jugó gran parte del partido con un hombre menos, pero se sostuvo con orden y sacrificio. “Aguantó tirado atrás, como suele pasar en el fútbol argentino: hacés un gol y te defendés. Después, vení y haceme el gol”, destacaron sobre la estrategia que terminó dándole resultado.
En la definición por penales, Independiente repitió la fórmula que lo había llevado a eliminar a River. “Creo que repitieron varios pateadores, incluso en el orden. Villa otra vez predestinado: definió al ángulo. Hubo remates muy arriesgados, fuertes y bien colocados”, comentaron los periodistas, subrayando la precisión y la confianza del plantel.
Independiente Rivadavia escribió un nuevo capítulo dorado: todos los campeones de Copa Argentina
Uno de los momentos más comentados fue la actuación del arquero suplente Marinelli, quien ingresó por Centurión, héroe en la semifinal ante River. “Entró en un momento clave y terminó siendo determinante. Le atajó dos penales a Molina, uno repetido por adelanto revisado en el VAR. Esas cosas que solo pasan en el fútbol”, reflexionaron.
El análisis también se detuvo en Molina, delantero de Argentinos, quien tuvo una noche difícil. “No fue su mejor versión, tuvo dos chances de cabeza y erró los penales. Son esas noches oscuras que te marcan”, indicaron.
Uno de los grandes focos del programa fue Sebastián Villa, figura de la final y líder del equipo mendocino. “Villa tiene jerarquía, potencia y una velocidad descomunal. Si hubiera tenido otra cabeza, habría llegado a otro nivel del fútbol mundial. Pero hoy parece haber encontrado su lugar en el mundo: Mendoza, una ciudad tranquila, ideal para su equilibrio”, señalaron.
Finalmente, destacaron el impacto histórico del logro: “Ahora Independiente Rivadavia tiene una estrella en el pecho. En una provincia donde Godoy Cruz venía dominando la escena, esta consagración reaviva el orgullo leproso y reconfigura el mapa del fútbol mendocino”.
Con temple, carácter y eficacia, la Lepra mendocina escribió un capítulo inolvidable y, como concluyeron en Cueste lo que Cueste, “demostró que en el fútbol argentino, más allá de quién juegue mejor, el que golpea primero y resiste, muchas veces se queda con la gloria”.
BP