DEPORTES
El anlisis del partido

Ganar sin buen juego

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| Cedoc

Empezó el mundial. Todo lo que se venía hablando, cualquier excusa, ya no sirve. Argentina jugó su primer partido contra Nigeria y ganó 1 a 0 con un hermoso gol de palomita de Heinze. La realidad es que se vio un equipo con ganas pero sin el funcionamiento que todos esperábamos. Hubo indicios de buen juego, más que luz en el fondo del túnel, un túnel iluminado a vela. Contra un equipo que no es de la elite mundial, pero que al mismo tiempo juega bien al fútbol (recordar la final de las Olimpiadas de Atlanta 1996, dónde las Águilas Verdes nos dejaron sin oro), Argentina demostró que puede ganar pero que le sigue costando crear buen juego.

A nivel táctico, se notó que hubo preparación. El equipo tuvo una identidad de juego, un estilo basado en la posesión del balón y el toque a ras del piso. De mitad de cancha para adelante, el único con permiso a levantarla fue Verón, quien intentó habilitar a Higuaín y a Tévez. La rotación entre los tres de arriba funcionó, con Higuaín más aislado arriba y Tévez tirándose atrás para conectar con Messi y Verón. El que no sumó en ataque fue Di María, quien no supo si pegarse a la raya para aprovechar su velocidad o meterse en el medio para tocar de primera. Normalmente vemos a un Di María explosivo, desparramando rivales y tocando rápido. El Di María de Maradona no supo su lugar en la cancha, mientras que el ingreso de Maxi Rodríguez (entró por Verón, luego Jonás pasó a la banda izquierda cuando entró Burdisso) le dio al equipo una sensación de naturalidad.

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Hay que darle mérito a Maradona en el posicionamiento táctico de Jonás Gutiérrez. Lo paradójico es que esa posición mentirosa, jugando de 8 en ataque y de 4 cuando el equipo retrocedía, es la especialidad de Zanetti en el Inter. Con su velocidad y entrega, Jonás cubrió bien la banda derecha, arrastrando marca y mostrándose como posibilidad de descarga en ataque, y, haciéndole honor a su sobrenombre, corriendo como Galgo tras su presa en la defensa. Los tres centrales se mostraron seguros, tocando siempre atrás con Romero para no complicarse. Capaz hubo un abuso del toque atrás.

Lo mejor de este partido fue el funcionamiento de Lío Messi. Maradona entendió que el nuevo Messi de Guardiola es el mismo que él necesita. Parado detrás de los delanteros, una suerte de enlace con menos pausa y más verticalidad, Messi se sintió en casa. Se notó el esfuerzo por el toque corto en los que lo rodeaban, emulando a Xavi, Iniesta y compañía. El toque y devolución de primera, con Messi en carrera, ayudó a aflojar marcas y abrir espacios. El problema es que se vio una selección con mucha Messi-dependencia. Las mejores situaciones de gol casi siempre lo tuvieron como protagonista.

Argentina ganó, no jugó mal pero tampoco jugó bien. El esquema táctico fue correcto, le viene bien a Argentina tener a Messi y dos más arriba. La defensa está compuesta de lo mejor que tenemos, y el movimiento de Jonás por la banda dio resultado. Tévez se merece la titularidad y parece que al fin Messi se va a ganar un lugar en el corazón del hincha argentino por lo que hace con la albiceleste. Maradona va a tener que buscar alternativas en caso de que Messi se lesione o necesite descanso. Lo bueno es que la redonda ya comenzó a rodar.