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Bajo una lluvia intensa, Los Pumas jugaron un gran partido y en el final tuvieron un par de ocasiones para empatar, pero perdieron por 13-7 ante Sudáfrica, un resultado digno.
Un buen trabajo en el line, formación en la que se robaron varios envíos sudafricanos, la solidez del scrum y la defensa, y una buena utilización del pie llevaron a Los Pumas a pelear hasta el final en una cancha complicada, en la que ya perdieron 73-13 en 2013.
El comienzo fue aterrador. Había pasado algo más de un minuto cuando el maul sudafricano avanzó varios metros, para que luego combinaran por el lado ciego Cornal Hendricks y Ruan Pienaar, quien finalmente llegó hasta el ingoal y abrió el marcador. Parecía que el equipo albiceleste iba a vivir otra pesadilla bajo el diluvio de Pretoria. Llegó el descuento a través de un penal de Sánchez a los 8, y Pollard volvió a ampliar la diferencia sobre los 17.
En el inicio de la segunda parte, Sánchez achicó la diferencia a cuatro (10-6) con un penal. Ya no estaba Landajo, aunque su ausencia fue bien disimulada por un activo Tomás Cubelli. De todos modos, los sudafricanos empezaron a leer mejor el juego y los kicks al cajón ya no los complicaron tanto.
El ingresado Morne Steyn volvió a ampliar diferencias sobre los 10 y de ahí en más el marcador no varió.
A Los Pumas se les hizo difícil afirmarse en terreno ajeno para intentar equilibrar el marcador. Pero pudieron hacerlo en los cinco minutos finales. En ese lapso, primero Agustín Creevy quedó a centímetros de la meta adversaria tras un buen movimiento de line, y luego fue Jerónimo de la Fuente quien le tapó un kick a Steyn, pero no alcanzó a zambullirse en el ingoal para anotar el try que pudo haber decretado un histórico empate.
En el otro partido de la primera fecha, Australia y Nueva Zelanda empataron 12-12 en Sydney. El sábado que viene chocan Argentina-Sudáfrica, en Salta, y Nueva Zelanda-Australia, en Auckland.