Era una práctica informal, la primera después del retorno de todos los titulares de su viaje por Venezuela. Era una jugada informal, de un córner que ni siquiera formaba parte de un picado. Asuntos demasiado light para un golpe tan pesado. Rodrigo Palacio chocó ayer su cabeza contra el juvenil Gastón Sauro y cayó desplomado. Durante diez minutos, el delantero bahiense permaneció inconsciente y fue asistido por el doctor José Veiga, mientras que Carlos Ischia reclamaba a gritos una ambulancia.
En el cuadro principal de la escena también entró Martín Palermo, quien acercó una camilla que había en la utilería del club. Después, Palacio fue protegido con un cuello ortopédico y traslado a la clínica Los Arcos, situado sobre la avenida Juan B. Justo, en el barrio de Palermo, donde quedó internado en observación hasta anoche. Finalmente, fue dado de alta, pero quedó marginado de la lista de concentrados para enfrentar mañana a Independiente.
Un susto. “En los análisis no se detectaron problemas”, aseguraron desde Boca. La imagen de ayer a la mañana de Palacio tendido en una de las canchas de Casa Amarilla había dado paso a la de la tranquilidad, apenas entrada la tarde. “Me llamó Rodrigo y me dijo que estaba bien”, le confió a PERFIL el padre del futbolista, José Ramón, desde Bahía Blanca.
