Lionel Messi es una leyenda viviente. No es una exageración y nadie se volvió loco. Tal vez el ser contemporáneos a un chico de 23 años que aparece día por medio en la pantalla de televisión festejando goles no permita tomar dimensión de lo que ha logrado. Y si se especula con que juegue al menos diez años más, puede resultar escalofriante todas las marcas, récords y títulos que aún puede conseguir. Los jóvenes de hoy fueron adoctrinados por sus padres sobre Diego Armando Maradona, a quien no vieron jugar. Ellos mismos serán los que en el futuro les hablen de Messi a sus hijos. Y nada resulta exagerado. Los números hablan por sí mismos.