Todo comenzó desde temprano en Plaza de Mayo. La bandera que ocupaba toda la columna y era cabeza de la marcha lo decía bien claro: Justicia Ambiental es Justicia Social. Fue la primera vez desde 2018, cuando iniciaron estas marchas con el fin de revertir el calentamiento global (esta fue la octava a nivel mundial), que en Argentina conviven en la misma marcha organizaciones juveniles, movimientos sociales de base y diversos partidos políticos.
Así se fue armando lo que se convertiría en la marcha juvenil por la crisis climática más grande de la historia argentina. Se estima que participaron 30.000 personas. PERFIL estuvo presente en la movilización. Entre las organizaciones que convocan a nivel nacional se destacan Fridays For Future Argentina, Alianza por el Clima, Jóvenes por el clima, Eco House, Sustentabilidad Sin Fronteras y Consciente Colectivo. Y entre las organizaciones sociales estuvieron presentes MTE, Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR), Barrios de Pie, Movimiento Evita, entre otras.
"Hoy nos movilizamos porque la única forma de lograr las transformaciones necesarias para frenar la crisis climática es saliendo a las calles. La justicia climática consiste en rediseñar colectivamente un mundo mejor, no sólo en términos de prevención del colapso climático, sino de justicia social e igualdad. El activismo funciona y lo demostramos a lo largo de estos 2 años, pero todavía queda mucho por lograr", reveló Nicki Becker de Jóvenes por el Clima.
"Hace 2 años éramos más de 7 millones de jóvenes, imagínate ahora que la crisis climática lleva más de dos años en boca de todos y todas. Esta huelga incluye a todas las personas del mundo, no importan las banderas ni los partidos. Se trata de construir un mundo más justo y sostenible. Desde América Latina y El Caribe redactamos nuestra declaración, es momento de que los líderes del mundo escuchen como vive la juventud del cono sur", agregó Cruz Ruax de Sustentabilidad sin Fronteras.
En el escenario
Luego de la marcha por Avenida de Mayo, al llegar al escenario sobre la entrada del Congreso, se destacaron las voces del futuro: “La lucha contra la crisis climática es una lucha por la defensa y la promoción de los derechos humanos, por la preservación de los territorios, por la defensa de la soberanía nacional por la defensa de los pueblos originarios, en defensa de los intereses de América Latina contra el colonialismo extractivista y saqueador. La responsabilidad de los países se diferencia enormemente. No es lo mismo el aporte que hace a la crisis Estados Unidos o la Unión Europea que un país de América Latina. Hoy Argentina profundiza la matriz extractivita de su modelo productivo para pagarle al FMI“, dijo Bruno Rodriguez, confundador de Jóvenes por el Clima.
“Esta crisis climática porque lo podemos ver en los interminables incendios, sequias, inundaciones, escacez de agua, impactos económicos, y no tenemos más tiempo de mirar hacia el costado. Nuestra casa está en llamas“, agregaron desde Fridays For Future Argentina.
“Decimos no a la ley de hidrocarburos, no a las megagranjas porcinas porque el Ejecutivo puso las metas más ambiciosas de los últimos años, pero nadie sabe cómo vamos a conseguirlas. Queremos ley de humedales ya, ley de etiquetado frontal, ley de envases“, sumó Ariana Krochik, cofundadora de Consciente Colectivo.
“La asamblea general de Naciones Unidas anunció la alerta roja. ¿Qué más necesitamos para poder actuar? Hay que mantener la sostenibilidad. ¿Cuál es el plan de la Argentina sostenible que necesitamos? ¿Qué país queremos? Los gobiernos tienen que comprometerse” , dijo Máximo Mazzocco, Fundador de Eco House.
“Hoy estamos todos peleando lo mismo. Hoy las organizaciones sociales, los cooperativistas, los ambientalistas estamos reclamando lo mismo. Hace unos meses pedimos una ley de envases con inclusión social ya“, dijo en el escenario La Leo de Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) .
En todo el país. Las concentraciones se dieron a lo largo y ancho del país. Hubo marchas en más de 30 ciudades con lectura de los reclamos, intervenciones artísticas, talleres y música.
