En la Antártida se encendieron las alarmas al haber detectado por primera vez el virus de la gripe aviar H5N1 en pingüinos y cormoranes, generando gran preocupación, en especial por las especies que se encuentran en peligro de extinción.
A raíz de una expedición realizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH) a fines del año pasado y comienzos del 2024, se detectaron 9 casos positivos en Pingüino de Adelia y una en cormorán antártico. De esta manera lo confirmaba a Reuters la investigadora Fabiola León, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, respecto a la monitorización realizada en diversas especies de aves marinas antárticas.
En febrero pasado creció la preocupación a raíz de la muerte de aves marinas skúas, también llamadas págalos, como consecuencia del virus, según un reporte realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español, que “identificó la positividad de la cepa patogénica” cerca de la base antártica Primavera, de Argentina. Los desoladores resultados se suman a las ya 200 especies afectadas en todo el mundo, situación que los científicos declaran panzoótica por tratarse de una una pandemia de influenza aviar a gran escala.
"Existe un riesgo muy preocupante” por las especies en peligro de extinción y por la "alta capacidad dispersiva" de las aves migratorias en los cambios de estación que han propagado ya el virus en Europa, Asia, África, América del Norte y América del Sur. A esto se suma la gran multitud de colonias reproductivas de pingüinos, señaló la investigadora.
Tanto el Pingüino Adelia como el Emperador son algunas de las especies de aves que mantienen en alerta a los científicos y organizaciones protectores de animales, debido al peligro de extinción en el que se encuentran, al igual que otros animales de distintas especies.
Cuál es la gravedad de la enfermedad
La influenza aviar es una enfermedad viral que afecta principalmente a las aves y que suele encontrarse en ellas de forma natural en una escala de baja patogenicidad.
Sin embargo, a partir de las cepas H5 y H7 la enfermedad se agrava ya que se trata de niveles altamente patógenos que pueden causar la muerte si escapan a las poblaciones de aves silvestres.
El brote actual de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5N1 comenzó en 2022 y desde entonces ha provocado el fallecimiento de un gran número de aves marinas en el hemisferio norte, el sur de África y alrededor de los océanos Atlántico y Pacífico y en toda América del Sur.
Por tal motivo, el hallazgo realizado por el Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos de Chile, en colaboración con la empresa francesa PONANT y con la participación de un equipo de investigación internacional, mantiene en alerta a los científicos.
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