ECOLOGíA
Informe de ECO HOUSE

Un estudio revela que las colillas de cigarrillo deberán gestionarse como un residuo peligroso

Se presentará un proyecto de Ley de Responsabilidad Extendida del Productor para tabacaleras. En nuestro país, 54.000 colillas por minuto llegan al ambiente.

Colillas
“Si fumás: no tires la colilla de cigarrillo al piso (guardala y buscá un tacho)”, plantea la campaña. | CEDOC

¿Sabías que algo tan pequeño como una sola collilla puede contaminar 1000 litros de agua? Sin embargo, son los residuos más arrojados en la calle y traen gravísimas consecuencias para el ambiente. Las colillas de cigarrillo ocupan el primer puesto de objetos encontrados en las limpiezas de playas y mares, y representan el 30% de los residuos en el océano y son el primer residuo arrojado en vía pública a nivel mundial. En el medio terrestre vuelven las superficies impermeables y poco fértiles; también disminuyen la actividad biológica en el suelo hasta el punto de su desertificación.
Según la organización sin fines de lucro  Eco House Global (EHG), que presentó el "Informe general sobre colillas de cigarrillos" sobre el impacto socioambiental de estos residuos "Las colillas de cigarrillo son el residuo más abundante de la vía pública en el planeta: se estima que los fumadores desechan entre 4.5 y 5.6 billones de colillas al año en el mundo, lo que equivale a unas 18.000 millones de colillas por día, aproximadamente"

El estudio revela que cada componente de una colilla, como ceniza, tabaco no quemado, filtro y papel, puede contener diferentes sustancias químicas que son liberadas al ambiente con el correr del tiempo, lo que la convierte en un residuo peligroso. Se estima que el humo de tabaco contiene unos 7.000 componentes, de los cuales casi 70 son sustancias cancerígenas, tales como arsénico, benceno, berilio, 1,3-butadieno, cadmio, cromo, óxido de etileno, níquel y cloruro de vinilo. Todas estas sustancias son absorbidas por el filtro y pueden permanecer en la colilla.

Responsabilidad empresarial

Desde Eco House aseguran que al día de hoy, la industria tabacalera no tiene un rol específico en la gestión de este residuo, sino que, únicamente, desarrolla iniciativas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). "Estas acciones han sido calificadas fundamentalmente como estrategias de marketing y greenwashing, ya que es contradictorio buscar una acción a favor del bien social dentro de una industria que atenta contra él. Por este motivo es importante trabajar en la implementación de normativas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) que trasladen a la industria tabacalera la responsabilidad de los impactos que tienen sus productos a lo largo de todo su ciclo de vida. Obligando a todos los actores involucrados en la cadena productiva y comercial a hacer un análisis minucioso del impacto de sus actividades y a pensar en acciones correctivas de mitigación y gestión."

“En pocos días estaremos presentando una Ley Nacional de Responsabilidad Extendida del Productor para que la industria tabacalera deba ocuparse de este gravísimo problema que generan sus productos”, agregó Máximo Mazzocco, fundador de la organización.

Particulas peligrosas

Los especialistas informan que existen cientos de partículas nocivas generadas tanto por el tratamiento que recibe el tabaco como por su combustión: alquitrán, aluminio, bario, cadmio, cromo, cobre, hierro, manganeso, níquel, plomo, estroncio, titanio, zinc, nicotina, entre otras. Al menos 100 de ellas son consideradas de alta toxicidad. Entre 80% y el 97% de las colillas fabricadas alrededor del mundo están hechas a base de acetato de celulosa, un plástico con capacidad de retener los metales pesados mencionados y otros compuestos generados en la combustión.

Las colillas son difícilmente reciclables, no son biodegradables y son altamente contaminantes. En su gran mayoría están fabricadas con acetato de celulosa, tipo de plástico que demora de 7 a 12 años en degradarse. Durante ese tiempo estos residuos continúan liberando cientos de sustancias tóxicas al aire, agua y suelo con el que tienen contacto directo.

Ciudad de Buenos Aires

En diciembre de 2020, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó finalmente este jueves una normativa que establece la prohibición de arrojar filtros o colillas de cigarrillos en la vía pública y que promete castigar a quienes incurran en esa conducta con multas de irán desde 642 a 14.980 pesos, además de que se verán obligados a cumplir con diversas acciones de ayuda comunitaria vinculados con el medio ambiente.

Algunos consejos

  • No tirarlas en la vía pública. Llevar un portacolillas. En Caba tirarlas a la calle está prohibido y te pueden multar.
  • Disposición correcta en casa. No tirarla por el inodoro. Se recomienda que la disposición se realice en un elemento aislado, como una botella o bidón PET para que no llegue sin una protección al relleno sanitario o basural
  • Uso de portacolillas.
  • Compartirlo con gente que puede servirle.