El gabinete económico trabaja "a full" en las negociaciones por la reestructuración de la deuda y en este miércoles 6 de mayo se están analizando algunos posibles cambios a la propuesta que presentó el Gobierno argentino, con el fin de lograr un nivel de adhesión que se considere exitoso, según indicaron fuentes del Palacio de Hacienda.
Con el diagrama de la fecha tope del próximo viernes, como señaló Alberto Fernández, funcionarios del ministro de Economía, Martín Guzmán, y técnicos de los bancos coordinadores de la operación de la deuda están viendo la posibilidad de acortar “en algo” el período de gracia de tres años, suavizar “levemente” la quita de intereses y mejorar las tasas de los bonos de largo plazo. De todas formas, la fecha podría prolongarse.
En el Gobierno afirman que con estas posibles variantes el nivel de adhesión que se lograría sería notablemente superior al que se está llegando al día de hoy, pero aún falta terminar de consensuar estos aspectos con los representantes de los bonistas. Hasta el momento, los grandes grupos de acreedores rechazaron la propuesta inicial. Blackrock presentó una contrapropuesta pero el Gobierno la rechazó porque no la consideraba sustentable.
Guzmán le planteó a los acreedores que presenten sus alternativas
Lo que se ha estado analizando es que en lugar de tres años de gracia sean dos, atenuar por debajo del 60% la quita de intereses y mejorar las tasas de algunos bonos con niveles de rendimiento que estén en sintonía con lo que pagan las colocaciones de otros países de la región.
También se especula que si bien se ratificó la fecha tope del próximo viernes, algunos asesores en Economía admitieron que “nunca hay que descartar que se pueda tomar algunos días si se tiene certeza de un grado de respaldo mayor”.
“Políticamente, siempre desde el Gobierno tenemos que marcar los límites de fechas, pero es algo que se va viendo en el momento, en definitiva”, resumió una de las fuentes consultadas.
Martín Guzmán suma el apoyo de más de 140 economistas top por la deuda
La propuesta que presentó el Gobierno y elevó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) contempla una quita de capital del 5,4 por ciento, de intereses del 62 por ciento y tres años de gracia, mientras que las tasas de los bonos promedio no superan el 2,8 por ciento, un rendimiento que fue considerado como “insólito” por parte de los bonistas en función de la situación y falta de credibilidad de Argentina.
CP