Se viene una etapa de definiciones económicas y políticas dado que estamos a un paso del rally electoral. Vemos a junio como el mes de largada de acciones y bonos. Para lo que viene, creemos que hay que diversificar las carteras de inversión pero abstenerse de los pesos. El dólar se va para arriba.
Según el balance del Banco Central al 31 de mayo, las reservas se ubicaban en U$S 33.001 millones, y los pasivos monetarios en $20,6 billones, lo que nos dejaba como resultado un dólar de conversión o equilibrio de $ 624,3.
El Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM) ve el dólar en torno de $ 700 en los próximos 12 meses, lo que implicaría una suba del 190% anual aproximadamente. Claramente, en el cambio de gobierno las consultoras no ven que el dólar se despegue de la inflación. Por ahora proyectan un aumento similar. En este punto disentimos.
Respecto de la inflación, el relevamiento dio dos pronósticos, la media de las 38 consultoras nos indica que la inflación a 12 meses podría ubicarse en el 168,3% anual, y el top de las 10 mejores consultoras nos indica que podría ubicarse en el 185,0% anual. Esto implica que, si conseguís financiamiento a una tasa efectiva inferior a dicha tasa, es conveniente tomarlo. Recordar que los intereses son una pérdida y reducen el pago de impuesto a las ganancias. Tomar financiamiento si ganas dinero en tu empresa puede ser una buena opción para pagar mensos impuestos.
¿Cómo vemos la inflación y el dólar?
Desde nuestro punto de vista la inflación podría ser más elevada que lo proyectado por la media de las consultoras, y el dólar oficial aumentar mucho más que la inflación.
Por su parte, el dólar blue en términos porcentuales podría aumentar menos que la inflación y el dólar mayorista, si el próximo gobierno toma medidas de ajuste fiscal, esto impactaría en una baja de la brecha cambiaria.
Los dólares alternativos subirán por encima de los $ 500, la mirada esta puesta en un dólar superior a $ 600 antes de las elecciones del 13 de agosto.
Entre la procrastinación oficial y la indulgencia del FMI
Las fechas claves de junio son el miércoles 14 que se conoce la decisión de la Reserva federal de Estados Unidos sobre la tasa de interés de corto plazo, el mismo día la inflación minorista en Argentina. También esa noche cierra el periodo para inscripción de las alianzas electorales para las elecciones paso del 13 de agosto. La presentación de listas será el sábado 24 de junio.
Pasado el 16 de junio, podría darse un rally en acciones y bonos argentinos, todo dependerá si argentina llega a un acuerdo con el FMI, y que nos indiquen las encuestas. Los resultados electorales en las provincias suman, otra fecha clave es el domingo 25 de junio cuando se vote a gobernador en la provincia de Córdoba.
Estar comprado en dólares es clave, pero acciones y bonos no hay que descartarlos, hay que tener un poco de todo, menos pesos.
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El estado de las reservas y qué puede pasar en junio
El dato al viernes 9 es que las reservas se ubican en U$S 32.484 millones, y Argentina en breve debería abonar una cuota del FMI de unos U$S 2.600 millones aproximadamente, estaríamos por debajo de los U$S 30.000 millones.
¿Qué podría pasar?
Para comenzar, se va a poner muy chivo importar, van a cerrar la canilla de dólares. Es imperioso cerrar un acuerdo con el FMI para que lleguen los fondos para cubrir esas cuotas, y por otro lado, se habilite el swap chino, ya que no habrá dólares disponibles sin acuerdo con el FMI.
¿Cuándo viaja Sergio Masa a Washington?
Postergó el viaje para después del 20 de junio, señal de que no hay acuerdo a la vista en el corto plazo. A esto se le suman las declaraciones sobre su posible renuncia para ser candidato o desistir de ser candidato. Hay mucho ruido en el mercado.
El equipo de Massa viaja al FMI para pedir más dólares
¿Qué sucede con los bonos?
Los bonos en pesos ajustados por CER, los duales o los que ajustan por dólar linked (mayorista) muestra tasas de interés negativas, eso implica que su rentabilidad madura antes de tiempo, hay que vender porque difícilmente se gane más de lo que ya se ganó.
¿A qué se debe esta rentabilidad negativa?
A la necesidad de las empresas de estar cubiertos ante una probable devaluación. Las empresas están con altos stock, eso se observa a través de la fuerte suba del IVA consumo. Las empresas tienen stock y altos márgenes, ya no desean seguir acumulando mercadería que les podría hacer pagar demasiado impuesto a las ganancias a futuro. De esta forma proceden a quedarse liquidas, pero no logran instrumentos financieros atractivos.
Una mirada a los bonos soberanos
En este escenario tienen recorrido alcista, porque en la medida que se terminan los instrumentos financieros tradicionales los capitales apuestan por alternativas atractivas. El 7 de julio pagan renta estos bonos, será importante ver qué sucede después de dicha fecha. El bono AE38 tiene una resistencia muy fuerte en U$S 36 si la supera quedara libre para una suba importante y esto nos indicaría que estamos en el rally electoral.
¿Qué sucede con las acciones?
Superaron la resistencia de los U$S 740 y quedaron libres para seguir a la suba. Tienen el viento a favor de los mercados internacionales que están subiendo desde octubre del año 2022, a esto hay que sumarle que este viernes vence el mercado de futuros y opciones local, lo que podría dar lugar a una suba importante pasado dicho vencimiento.
¿Cómo vienen las materias primas?
El petróleo no levanta, y esto es un problema serio. Si se hunde el petróleo esto podría dar lugar a que las materias primas agrícolas sigan a la baja. Argentina se vería muy perjudicada si esto ocurre.
¿Qué pasa con la ganadería?
Una tragedia. La faena de mayo fue muy alta, hay liquidación de vientres, los engordes a corral están repletos y el mercado no puede atajar semejante oferta. Los precios son a la baja. Los productores compraron terneros por el diferencial de precios con el gordo, pero jamás imaginaron que todos harían lo mismo, y que el salario siguiera cayendo en términos reales. Estamos en problemas.
La carne le pone un techo a la suba de precios del pollo y el cerdo...
El pollo no se puede exportar por los efectos de la gripe aviar, y el cerdo no se exporta por no tener un precio competitivo. En ambos casos se derrama oferta sin que la demanda pueda absorberla.
La ganadería en todas sus versiones, bovina, aviar y porcina está con grandes problemas de rentabilidad. A este tren la podemos agregar a la lechería. Los precios no son buenos, hay quebrantos, descapitalización y se abre una nueva etapa para el sector.
* SDS Asesor Económico y de empresas