Diferentes gremios vinculados a la exportación de materias primas de alimentos y energía siguen de cerca el conflicto entre Rusia y Ucrania, además de las medidas oficiales para contener los valores del mercado interno.
Los sindicalistas reparten críticas y elogios a las disposiciones del Gobierno en medio de este contexto.
En el caso del petróleo, una alteración en el valor internacional del barril, tal como remarcan fuentes gremiales, contiene un impacto a nivel ingresos e inversiones, con operadoras que pueden cambiar planes de inversión.
En las últimas jornadas, el WTI bajó 1,5% y cerró en 95 dólares, al tiempo que el Brent retrocedió 1,8% y se pactó en 98,1 de la divisa norteamericana.
Cifras que meten presión a todos los costos de la economía, como la logística y el suministro de combustibles, pero para el Sindicato Petrolero Jerárquico de la Patagonia Austral este valor no significa un problema: “Hoy la actividad petrolera está acompañada por el precio del barril, nos hemos visto beneficiados con la crisis internacional”, apuntó José Llugdar, su secretario general, en contacto con PERFIL.
Y anticipó que “habrá un impacto en el bolsillo de todos los argentinos. La cuestión se puede volver alarmante porque el país importa energía. Y va a repercutir en otras actividades, en el consumo interno”.
Asimismo, destacó que ven “con buenos ojos los planes de inversión que se realizan, hace un año YPF estaba en default y hoy está desarrollando un plan de perforación en el norte santacruceño, más los programas sostenidos de Pan American Energy, Capsa. Nos da cierta tranquilidad”, declaró.
Desde la Federación Gremial del Personal de la Industria de la carne y derivados, que lidera Alberto Fantini, indican ante este medio que no sufren “coletazos” de la guerra y muestran que la industria frigorífica se encuentra “revuelta” por las políticas oficiales. Esta semana, la Casa Rosada dispuso que los exportadores de carnes no podrán seguir vendiendo al exterior “si no cumplen compromisos asumidos” para abastecer el mercado interno.
La decisión fue determinada, de acuerdo a lo que dijo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, por “el marco del conflicto bélico (entre Rusia y Ucrania) que impulsó subas a nivel global en el precio de los alimentos”. El gremio de Fantini analiza qué acciones tomar.
Otra decisión gubernamental que generó rispideces con el sector gremial fue la suspensión de las exportaciones de harina y aceite de soja.
El secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina, Daniel Yofra, dijo que faltó diálogo con “los trabajadores, que son los más perjudicados de esta cadena productiva. No conozco cuál es el motivo de esta medida, pero conozco las consecuencias de que si se profundiza la no industrialización de la soja u otras materias primas para la explotación, eso produce la paralización de la industria. Y, por consecuencia, agranda más el porcentaje de desocupación”.