La estrategia gradual de reducción del déficit fiscal deja al gobierno de Mauricio Macri expuesto a los vaivenes de la economía internacional. Y en las últimas semanas un mix de condiciones externas (triunfo de Trump y suba de tasas en Estados Unidos) y la reaparición de interrogantes domésticos (como el balance gasto público-gobernabilidad) empezaron a mostrar luces de alerta en el sistema financiero, que hasta ahora era un pilar de una gestión “pro-vuelta-al-mundo”, dado que en definitiva son quienes le prestan.
Por ejemplo, Pierre Henri Guignard, embajador de Francia en la Argentina, destacó ayer ante periodistas reunidos en la Embajada se hizo tiempo para el tema: “Hay mucha volatilidad en estos días en los mercados. Vivimos en un mundo más inestable, en especial por los efectos del Brexit más allá de los sistemas de trading y los bancos. También por la elección de Donald Trump y la incertidumbre sobre la política que llevará a cabo”.
Los termómetros empiezan a reflejar un mundo más hostil. El Indice de Condiciones Financieras (ICF) de noviembre, elaborado por el IAEF y Econviews, marcó ya un empeoramiento. Eric Ritondale, economista jefe de la consultora, lo puso claro: “Diciembre mostrará condiciones externas en zona de estrés debido a una mayor volatilidad en las monedas emergentes y commodities, también por la crisis política en Italia. Las condiciones locales tendrán un deterioro con respecto a noviembre pero se ubicará todavía en zona positiva”. El índice “viento de cola” TWIN de la Universidad del CEMA también cayó 6,7% en noviembre, evidenciando una situación internacional cada vez menos favorable para la economía argentina. Desde el triunfo de Trump, el riesgo país de Argentina trepó 147 puntos hasta 515, mientras que en Brasil subió 110 puntos hasta 332, Perú avanzó 105 y se ubicó en 167, México subió 104 para alcanzar 228, y el promedio de suba para América Latina fue 89.
Deuda. Tras la suba de tasas de la Reserva Federal hasta 2,6% (con aviso de que seguirá subiendo en 2017), en Quantum Finanzas alertan: “La Argentina está expuesta a una dinámica de deuda con exposición baja en la foto, pero con algunos interrogantes en la película”.
Sobre la situación de la Argentina, Liliana Rojas-Suarez, presidenta del Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (Claaf), dijo en la cumbre de economistas organizada junto al Banco Ciudad y la UTDT que “la posición fiscal estructural en la gran mayoría de los países de la región se ha deteriorado, y particularmente en la Argentina y Brasil y la capacidad de la región de enfrentar condiciones financieras externas más adversas dependerá de manera importante de la posición fiscal de las economías”.
Otra característica de la región que se avecina, según Guillermo Calvo, ex economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es que “América Latina ahorra poco y depende mucho de factores externos, algo preocupante por el cambio que está protagonizando China, que crece menos y va a demandar menos alientos también. Van a querer poner controles de capitales y no están lejos de una crisis de balanza de pago”. Con respecto a la Argentina y la capacidad de amortiguar shocks externos con un dólar libre, señaló que “no hay bancos centrales que sólo apliquen flotación de tipo de cambio, sino que todos intervienen directamente o indirectamente”. Las calificadoras de riesgo también suman voces de alerta, como Moody’s, que asegura que “los riesgos económicos externos y las crecientes presiones políticas podrían desacelerar el progreso de la consolidación de las reformas del primer año de gobierno de Macri”.