El flamante gobierno de Mauricio Macri tendría cerrado un paquete de hasta US$ 18 mil millones para sumar a las reservas del Banco Central y luego, en los próximos días, levantar las restricciones a la venta de divisas para personas y empresas.
Así lo dice el último informe del equipo de economistas del Banco Ciudad, una usina de pensamiento que nutre las filas técnicas de toda la nueva administración. “La nuevas autoridades se encontrarían en tratativas con un grupo de bancos que estarían dispuestos a acercar financiamiento de corto plazo por entre US$ 6 mil y US$ 10 mil millones, minimizando las probabilidades de un potencial overshooting y moderando el traslado de la devaluación a precios”, indica el documento del banco que hasta hace días presidía el hoy ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y donde se desempeñaba también Hernán Lacunza como gerente general, antes de convertirse en ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires.
Lo más novedoso es que el Ciudad revela cómo se implementarían esos créditos: “Se implementarían a través de un repo con el BCRA con la garantía de títulos públicos que el Tesoro entregaría al Banco Central como repago de la Letra intransferible que se le entregó en oportunidad del pago al FMI en 2006 por US$ 9.600 millones”. Por lo demás, el informe asegura que llegarían unos US$ 6 mil millones por adelantos de cerealeras, y otros US$ 2 mil millones de una nueva línea de intercambio de monedas
con China.
A horas de los anuncios, la mayor incógnita es cuántas divisas conseguirá el nuevo equipo para fortalecer las reservas. Esa será una medida crucial para definir el éxito del plan, ya que según cuántos dólares frescos (o no tanto) ingresen al Banco Central, se podrá defender una u otra cotización tras liberalizar el mercado
