ECONOMIA

Bein: "No era el sistema financiero el que quería desestabilizar al gobierno"

El economista radical que citó Cristina en un discurso explica su versión sobre los temblores económicos de los últimos meses.

“TODA MI VIDA me dediqué a proyectar el futuro. Tengo una ansiedad y un desasosiego en mi vida respecto de tratar de entender lo que pasa y escudriñar qué es lo que va a pasar.”
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En la interesante entrevista de Jorge Fontevecchia a Miguel Bein publicada el domingo en Diario PERFIL, el economista radical y exfuncionario de los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando De La Rúa explica por qué afirmó, en línea con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que hubo un "intento de desestabilización financiera".

En la parte de la conversación que recoge Perfil.com en video, Bein cuenta que se sorprendió ante el porcentaje de gente que quería que Cristina dejara el gobierno y dice que la desestabilización fue promovida por un conjunto de sectores.  

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Jorge Fontevecchia: —¿Puede fundamentar con la mayor precisión posible por qué cree que “hubo un intento de desestabilización financiera”?

Miguel Bein: —Trabajo con una interlocución muy fuerte con diversos sectores del mercado de capitales. En algunos, la visión a mediados de enero era que el Gobierno no llegaba a fin de marzo. Día a día las noticias aparecían casi reiterativamente en las tapas de los diarios. Cuando no era la caída de reservas, era la suba del dólar paralelo en las tapas. Y eso generó un clima de que el Gobierno no llegaba y un clima de que iban a vaciar al Banco Central, y ese clima exacerbó la compra de dólares en el convencimiento de que el Banco Central no llegaba a la liquidación de exportaciones. Hay una encuesta en Infobae, de hace diez días, cuyo título era “El 65% no cree que haya una desestabilización financiera”; una cosa así. Muy interesante, porque cuando uno lo veía, las preguntas eran: “¿Usted cree que Cristina debería irse ahora?”. El 29% decía que sí. Entonces uno decía: “Para mí el título es el otro”. Me hubiera imaginado que en un país, después de todos los años de democracia, eso daba 7 u 8%. Digo, si en esa proporción uno tiene que salir a explicar por qué hay sectores que quisieron desestabilizar financieramente al Gobierno, lo explico. Pero, obviamente, no era el sistema financiero el que quería desestabilizar al Gobierno. La experiencia en la Argentina es que los gobiernos caen cuando se quedan sin reservas. La correlación entre caídas de gobiernos con la pérdida de reservas en el Banco Central es apabullante. Es difícil encontrar caídas de gobiernos si previamente no hay una situación de extrema debilidad en las reservas del Banco Central. Incluso la contrafáctica es apabullante y efectivamente eso sucedía.

—Entonces, ¿la desestabilización financiera no provenía del sistema financiero, sino de una conjunción de sectores?

—Obviamente, entre los cuales, hay muchos operadores del mercado de capitales, donde el Gobierno tiene una intención de voto bajísima.

—Pero con el ritmo de devaluaciones diarias más acelerado a partir de que Juan Carlos Fábrega asumió el Banco Central, ¿no se habría llegado a fin de febrero con el dólar oficial también a 8 pesos?

—Esto se discutió. El ministro de Economía prefería mover un peso el tipo de cambio cuando asumió, y tuvo resistencia política: “Cuidado, esto puede llegar a ser interpretado como un shock inflacionario, que a su vez puede ser interpretado como un mini Rodrigazo”. Entonces, intentaron este camino que durante un mes fue efectivo porque, como no lo avisaron, devalúa 7% en diciembre mientras mucha gente seguía discutiendo si esto era una política a futuro, o si era coyuntural que terminaba en diciembre. La propia incertidumbre respecto de lo que estaba haciendo el Banco Central le generó una posibilidad de éxito. Cuando empezó enero, y siguió la devaluación al mismo ritmo, quienes ahorran, invierten, o tienen empresas descubrieron que había un patrón de comportamiento que iba a seguir un mes más. Y ese patrón o se compensaba con una tasa de interés en pesos enorme para retener el ahorro en pesos, o iba a generar un aumento explosivo de la demanda de dólares por las vías por donde se puede dar, dado que no había un mercado donde se podía acceder, pero se accedía desde la demora en la liquidación de dólares de exportación, o en el aumento en los pedidos de importaciones, o en la subfacturación de exportaciones y, por lo tanto, en un momento la caída de reservas se aceleró de tal manera que no se pudo sostener la estrategia de devaluación gradual que estaba prevista hasta fin de febrero o mediados de marzo.