Tras una jornada de desplome y caos global, las principales bolsas internacionales empezaron a recuperarse este martes 10 de marzo alentadas por el repunte del petróleo y la perspectiva de medidas de apoyo económicas de los bancos centrales. Ayer, se vivió la peor jornada desde la crisis del 2008 por el descenso en el precio del crudo y el avance del coronavirus.
En Asia la tendencia empezó a la baja pero luego se invirtió. El índice Nikkei de Tokio cerró hoy con ganancias del 0,85%, comparado con la caída del 5% la víspera. El incremento se vio impulsado además por el yen, que se debilitó frente al dólar, algo que favorece las exportaciones. En Hong Kong, el índice Hang Seng terminó al alza (+1,41%), igual que las bolsas de Shangái (+1,82%) y Shenzen (+2,42%).
Las bolsas de los países petroleros del Golfo también se recuperaron este martes a la apertura, con subidas en Dubái (+5,5%) y Abu Dabi (+4,2%).
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En Europa se dio una situación similar. París, Fráncfort y Londres subieron entre 3% y 4% y empezaron a dar muestras de recuperación, Sin embargo, las ganancias son insuficientes para suplir las pérdidas del lunes negro, de entre el 7% y el 9%. En Madrid, el Ibex 35 también se incrementó.
En Italia, uno de los países más afectados por el coronavirus en Europa y que decretó una cuarentena en todo el territorio, la bolsa de Milán subía más de un 3%, tras hundirse más de un 11% ayer.
El petróleo subió un 7% en el caso del WTI y un 8% en el caso de Brent en los intercambios en Asia
La única excepción europea fue la bolsa de Moscú, que abrió con pérdidas del 10% tras un fin de semana de tres días y lastrada por la caída del precio del petróleo y la devaluación del rublo.
La recuperación se explica en parte por el repunte del petróleo, que subió un 7% en el caso del WTI y un 8% en el caso de Brent en los intercambios en Asia. Ambos se hundieron el lunes cerca de un 25%, una caída histórica en un solo día, consecuencia de la guerra de precios desatada por Arabia Saudita tras el fracaso de sus negociaciones con Rusia para limitar la producción y estimular los precios al alza, en un contexto de caída de la demanda por el coronavirus.
B.D.N./FeL