Este lunes los bonos argentinos operaban con mejoras impulsados por compras especulativas ante sus atractivas valuaciones, en una plaza selectiva y reducida en general por las dudas sobre el futuro económico local.
El mercado especula con un próximo lanzamiento de nuevas medidas por parte del Gobierno que le pongan un freno a la altísima inflación, en medio de un abultado déficit fiscal, controles cambiarios y las delicadas reservas del Banco Central.
Los bonos soberanos argentinos están en niveles históricos cotizando a valores muy bajos y podrían incluso romper esos niveles (2001). Hoy, los bonos en dólares rinden más de 40% anual, una tasa comparable a la de Rusia, un país en guerra.
La carrera contra la inflación: debuta “Ahora 30”
En un escenario en el que haya una nueva reestructuración de deuda, hay quienes consideran que los precios actuales de los papeles argentinos pueden representar una gran oportunidad para los inversores de perfiles agresivos, es decir, quienes están dispuestos a asumir una elevada volatilidad y, por lo tanto, aceptar las pérdidas.
Para explicar la situación, PERFIL entrevistó a Walter Naumann, asesor financiero certificado (AFC) e Idóneo en Mercado de Capitales
— ¿Cuál es o son las razones de la caída de los bonos soberanos argentinos?
— La caída de los bonos soberanos se explica por un conjunto de motivos y es algo que no empezó ahora, sino que se ha ido acumulando durante años. No obstante, si un bono argentino hoy vale 0,20 centavos de dólar en lugar de US$ 1, lo que refleja esencialmente es que es un activo que prácticamente nadie desea incorporar a su cartera de inversión.
— ¿Por qué nadie quiere esos activos en su cartera de inversión?
— Los motivos son varios, pero principalmente es la falta de credibilidad en el país, en sus gobiernos y en sus leyes. Argentina ha incumplido demasiadas veces los contratos con los inversores, ha defaulteado con quitas muy agresivas de mucho daño para los ahorristas, ha modificado reiteradamente las condiciones de contratos e incluso de las leyes. Somos un país que no transmite nada de confianza y por eso el precio de los bonos es el que vemos en la actualidad.
La guerra en Ucrania, la crisis financiera y el clima lideran el top de preocupaciones globales
Además, el problema no es todo este pasado con un legajo muy manchado que invita a desconfiar, sino que el inversor mira a futuro y hoy no ve que las condiciones estén mejorando como para decir: Argentina está empezando a hacer las cosas bien, vamos a darle un voto de confianza.
— Hoy los bonos cotizan cerca de los niveles del 2001 ¿Qué significa para la Argentina que sobrepasen esos niveles?
— A los niveles actuales mucho no significa, no impactaría o cambiaría las condiciones actuales, es algo más anecdótico. Los precios actuales, al igual que los de 2001, implican que el país no puede obtener financiamiento, que está fuera del mercado global de capitales, o lo que es lo mismo dicho de otro modo, debería pagar una tasas de interés siderales para conseguir fondos, nadie en el mundo tiene interés en prestarle a la Argentina.
— ¿Consideras que no hay optimismo político por las elecciones de 2023 y eso se ve reflejado en el precio de los títulos soberanos?
— Quizás pueda haber alguna mejora de precios preelectoral; desde los niveles extremadamente bajos que vemos hoy en los bonos, especialmente en el caso de que comiencen a producirse las elecciones provinciales donde comenzará a verse hacia donde se inclina el electorado, las cuales ocurrirán bastante antes que las presidenciales.
Qué hacer con los pesos: distintas formas de ahorrar sin recurrir al dólar blue
De todos modos, un despegue en serio de los títulos debería venir acompañado de una mejora en la credibilidad, en la confianza, en la situación política y económica real. Hay mucho por definirse en 2023, tanto el signo político como la necesidad de un ordenamiento importante de la economía.
— ¿Tiene que ver el tono agresivo de la Reserva Federal?
— Que Estados Unidos suba la tasa, desde ya que no juega a favor de los países emergentes y ni hablar de los más riesgosos como es el caso de Argentina. No obstante como el país en este momento está fuera de los mercados de capitales globales, no tiene tanta incidencia como si la hubiera tenido en otras etapas del país.
— ¿El precio actual de los bonos es una herramienta atractiva para los inversores agresivos?
— Para los inversores agresivos puede ser atractivo, sí. En el canje de deuda de 2020, que justamente no era el mejor de los momentos del país, los bonos cotizaban entre 45 y 50 centavos de dólar, un valor ya muy bajo.
Hoy valen menos de la mitad de esos valores en algunos casos. Sin pensar en que vuelvan a su valor teórico de 1 dólar, cualquier rebote de precios sobre los valores actuales dejaría interesantes ganancias a quienes compren hoy. Pero también puede pasar que se mantengan en los precios actuales e incluso bajar algo más.
Los mercados responden a las políticas esbozadas por Xi Jiping
Para dar un ejemplo un bono Global 2038 de Argentina cotiza a 25 centavos de dólar. Pagaría de hoy a enero de 2024, menos de 14 meses, 6 dólares de intereses. Es un flujo eventual de intereses de 24% en dólares en 14 meses. A esto habría que ver la evolución del precio del bono, que incluso podría dejar un resultado mucho mayor, ya con un nuevo gobierno electo debería haber más claridad para bien o mal. Pero bueno nuevamente es una inversión de riesgo, donde se puede perder capital también, no es para cualquier inversor.
— Según tu análisis, ¿es probable que venga otra renegociación de deuda?
— Nada podemos descartar en Argentina. Lo ideal para construir un poco de reputación, para poder volver a tener un mínimo de credibilidad, sería que no hubiera nunca más una renegociación de deuda agresiva para con los inversores, sería deseable que se respeten los contratos, o que las negociaciones sean voluntarias, acordadas, porque la confianza se genera cumpliendo no defaulteando.
Una moneda nacional en serio solamente la vamos a tener el día que demostremos que podemos cumplir, por ahora ni siquiera somos capaces de mostrar que queremos cumplir.
La falta de confianza
Sin duda los bonos no levantan por el gran cúmulo de factores y no por una sola causa. No generan interés, no despiertan confianza, hay incertidumbre sobre su solvencia y no se ve en el horizonte que Argentina genere las condiciones genuinas para revertir lo que el mundo piensa sobre los riesgos de invertir en deuda que emite el Gobierno argentino.
Si se observa la deuda privada local, cotiza cuatro o cinco veces más de lo que vale la deuda del Gobierno. “Esta es la clara señal de que el problema es más político que económico, si bien ambos son graves”, acotó Naumann.
Sin lugar a duda, hace falta dar otro tipo de señales para que los bonos vuelvan a una cotización normal que sería cercana a US$ 1 y más pensando en sí algún día como país se quiere volver a tener acceso genuino al mercado de capitales global.
LR