No habrá salvavidas brasileños por el próximo año y medio para la Argentina, cuyas exportaciones industriales dependen de ese país, ya que el gigante regional enfrenta dos años de poco dinamismo.
Según un informe de BBVA Research, la previsión de crecimiento para 2015 llega a 1,6%. Y los datos oficiales hablan de entre 2 y 3% de expansión. Para el Scotiabank, la tendencia en la producción industrial y la caída de la confianza de consumidores y empresarios confirman un deterioro de la actividad económica y las proyecciones de crecimiento. “Estimamos un PBI real de 1,5% este año antes de gradualmente acelerar a 2% en 2015. Pese al bajo nivel de desempleo, del 4,9%, el consumo se mantiene frágil, mientras que la alta inflación y las presiones cambiarias lastiman las finanzas hogareñas”, señalaron.
La economía argentina acompaña en 80% a la brasileña. Y en el caso de la industria, esa correlación es del 90%, según Ecolatina. Así, un repunte del socio mayor del Mercosur sería una buena noticia, pero los indicadores hablan de estancamiento o caídas. Pese a las expectativas generadas por el mundial de fútbol, se mantienen bajos: en el primer trimestre el PBI se movió sólo 0,2%. Y en el primer cuatrimestre, la actividad industrial cayó 1,2%.
La producción de autos se redujo 12%, con una caída de las exportaciones del 32%, explicada en parte por las menores ventas internas en la Argentina pero también por la caída del consumo del 5% en el mercado brasileño, lo que también perjudica a las exportaciones argentinas.
La inflación es el eje central de la política económica. En la última reunión del consejo asesor del Banco Central brasileño, se estimó que se mantendrán las presiones inflacionarias durante los próximos dos años. En los últimos 12 meses, la suba de precios marcó 6,37%, según los datos oficiales que presentó ayer Brasil. La actividad, en tanto, se vio afectada por las tasas altas –la Sélic se mantiene en 11%– que buscan contener la suba de precios. La inflación, por su parte, posterga las expectativas y decisiones de compra e inversión de empresarios.
En la última reunión del IAEF, el diputado Roberto Feletti reconoció que existe “una relación desequilibrada con Brasil”, el principal comprador de bienes industriales. Al menos el 50% de la producción de autos locales se dirige al mercado brasileño y, según la terminal, la dependencia puede ser del 80%.
Pero pese a ese escenario, el Gobierno sigue confiando en el “mercado ampliado” que implica el socio principal del Mercosur. “La industria argentina encuentra restricciones en la magnitud de su mercado interno”. En ese marco, Brasil “funciona como un mercado interno ampliado de nuestro sector industrial”, detalló Feletti.
“La performance de Brasil para el próximo año y medio no luce muy auspiciosa. El poco dinamismo de la economía brasileña responde a problemas estructurales: un tipo de cambio poco competitivo, un abultado déficit en cuenta corriente y un margen acotado para hacer política fiscal expansiva”, sostiene un informe de la consultora Ecolatina. El real tuvo altibajos. Según las estimaciones de mercado, se encamina a R$ 2,50 por dólar a fin del año próximo. En los últimos meses estuvo estable en los R$ 2,25, y las perspectivas hacia las elecciones presidenciales de octubre de este año denotan un aumento de la volatilidad, aunque la devaluación local aventajó al tipo de cambio brasileño.
“Brasil sigue siendo extremadamente preocupante. Las últimas estimaciones del Banco Itaú son que no crece más de 1% este año. Tenemos problemas en el complejo automotriz, no hay que esperar que mejore el dinamismo”, apuntó el ex presidente del Banco Central, Mario Blejer, durante su participación en el Precoloquio de IDEA en Salta.