Tras conocerse el dato de la inflación de febrero del 3,8%, en la cúpula del Gobierno resolvieron llevar adelante medidas menos ortodoxas y para ello se dispuso “anclar” el tipo de cambio, tras la suba de las últimas semanas y congelar el precio de las tarifas a partir de abril, con el fin de llegar en mayo con una inflación por debajo del 2 o 2,5%.
Tanto fuentes de Casa de Gobierno como del Ministerio de Hacienda aseguraron que el objetivo primordial que se bajó como línea estricta desde la Rosada es que la inflación muestre signos de un fuerte descenso a partir de mayo.
“Entre marzo y abril tenemos aún algunos ajustes de tarifas, como electricidad, gas, agua y transporte, pero a partir de mayo los precios regulados ya no van a tener más ajuste, por lo menos, hasta noviembre”, resaltó uno de los funcionarios consultados.
Pegó muy fuerte dentro del Gobierno el dato de febrero, que da un 6,8% en el primer bimestre y anualizado un 50%. Esta cifra fue motivo de queja y advertencia por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y uno de los motivos de la entrevista del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
La preocupación también se vio en el apuro por corregir algunos aspectos del acuerdo stand by suscripto con el Fondo en agosto del año pasado, especialmente la reducción al 1,75% del incremento mensual de la banda cambiaria de no intervención. Es decir, que en caso de que el dólar se mantenga en los mínimos de la banda, subirá por debajo de la inflación esperada.
La inflación que el Gobierno podría moderar pero elige tener
Otro de los funcionarios de Economía aseguró que “esa reducción es lógica en función de querer bajar la inflación”. “El tema es que si no baja a un nivel que pueda estar entre 1,75 y 2,0% vamos a tener nuevamente un importante atraso cambiario”, resaltó el funcionario.
Marco. En este contexto complicado, el gabinete económico se muestra confiado que en mayo la inflación bajaría al orden del 2,5% y que luego se situaría en un techo del 2%.
En el Ejecutivo no ven con preocupación las negociaciones paritarias y su incidencia en la inflación, porque consideran que debido a la recesión muchos sectores, diversos gremios están priorizando mantener estables la fuente de trabajo resignando la mejora salarial.
Argentina su refuerza política monetaria ante aumento de inflación
“Nosotros debemos tener una inflación mucho más baja en mayo o junio a más tardar. Por eso se tomaron las últimas medidas, por eso se resolvió tener crecimiento cero de la proyección monetaria”, agregó otro de los funcioarios consultados.
Por lo pronto, en las últimas horas hubo algunas caras de alivio entre los funcionarios del gabinete económico, al observar la reacción positiva que tuvieron los mercados a los últimos anuncios y también al resultado fiscal de febrero, en donde se registró un superávit primario de 4.600 millones de pesos, cifra que en un primer momento se había estimado que sería deficitaria.
No obstante, además de las medidas anunciadas por el Banco Central y la decisión de dejar un monto disponible de 9.600 millones de dólares para que Tesorería pueda intervenir en el mercado cambiario, también se comentó que hay negociaciones “trabajadas” con las empresas petroleras.
En principio ya estaría acordado un incremento de los combustibles del 3% en abril, pero el plato fuerte es el objetivo del Gobierno para que las petroleras no incrementen sus precios hasta fines de octubre.
“Es fundamental que haya más estabilidad de precios en los regulados y en los combustibles”, agregaron en Casa de Gobierno.
