El 3,8% de inflación en febrero que informó el Indec esta tarde no sólo refleja la persistencia de un problema que alguna vez Cambiemos soñó que era fácil resolver; no sólo muestra que tampoco se está dando la desinflación esperada tras la firma del segundo acuerdo con el FMI que a pura recesión, emisión cero y aspiradora de pesos prometía enfriar el costo de vida. De los casi cuatro puntos de inflación en un mes, más que lo que tiene Bolivia en un año, al menos dos se deben a decisiones de política económica elegidas por la Casa Rosada por su visión de la economía: es la porción de la inflación que el gobierno de Mauricio Macri elige tener.
Por un lado, en febrero los aumentos de tarifas explicaron aproximadamente un punto del alza de precios del mes. Los incrementos en las boletas de luz, gas y en los viajes en colectivo y tren, son producto de la reducción de los subsidios a los servicios públicos para bajar el déficit fiscal y de la garantía de precios de mercado para el sector energético. Se trata de un fenómeno que a lo largo del año puede explicar unos cinco puntos de la inflación. “No hay otro camino”, volvió a decir el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en Washington hace unas horas.
¿Es el precio que hay que pagar para que crezca la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta y volver al autoabastecimiento energético en unos años? ¿O es la llave para que un grupo de empresas cercanas al Presidente puedan crecer en negocios en los alrededores del Estado?
Las cifras de la inflación podrían golpear al Banco Central
Por otra parte, y es quizás la novedad de este 2019, está el incremento del precio de la carne. La picada común aumentó 6,6% explica otro punto de la suba de precios de febrero. Según un cálculo de la Fundación Mediterránea, si se toma como referencia el índice de precios de la Ciudad de buenos Aires, “la carne bovina venía incrementando el costo de vida a un ritmo de entre el 0,1% y el 0,2% promedio mensual en los últimos dos años (2017 y 2018)”, dice un documento reciente, y ahora, “en lo que va de este año, pasó a reflejar un efecto del 0,5% en enero y del 0,8% en febrero”.
Indec: la inflación de febrero fue de 3,8%
¿Es el costo que hay que bancarse por promover la exportación de carne, que crece al 70%, con un mercado desregulado y precios libres? ¿O es el reflejo de otro capítulo más en el dejar hacer extremo en materia de costo de los alimentos, que saltan por arriba del nivel promedio?
Como sea, después de un año donde el dólar aumentó 100%, los precios mayoristas más del 70% y los minoristas punta a punta casi 50%, arrancó otro año de inflación alta donde la pregunta es cómo y cuándo va a parar el traspaso de la devaluación a precios mientras nuestro piloto automático de costo de vida promedio anual de 20% con picos de 40% cada tanto se acomoda ahora un escalón más arriba, en ritmos del 30% tras un salto a 50. ¿Hacía falta elegir tener un poco más de aumentos en este momento? ¿Era inevitable? ¿Hay alguien ahí?
