El conocimiento extiende sus fronteras ocupando espacios que antes eran exclusivos de “la gran urbe” ya que gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la educación a distancia (EaD) dentro del medio rural crece junto con la masificación de internet y del uso de los dispositivos móviles, al llegar a mayor cantidad de productores y empresas.
“Es una buena forma de impartir igualdad ya que muchos como yo no tienen acceso a este tipo de cursos en las ciudades donde viven”, cuenta Marianel Baenza, estudiante de un curso online de elaboración de quesos.
En un país donde el sector agroalimentario es relevante en las exportaciones, en la creación de empleo y la participación en el PBI, la EaD está en camino de convertirse en un factor de desarrollo para la propia cadena. Desde 2002 la demanda de carreras a distancia, según el Proyecto Universia del Grupo Santander, aumentó un 250%, mientras que las presenciales crecieron sólo un 6%.
“Si bien es cierto que se necesita una computadora, conexión a internet y cierto grado de formación para estudiar a distancia, con esta modalidad se llega a un número mayor de personas que viven en lugares donde la educación presencial e incluso semipresencial no ofreció ni ofrecerá alternativas”, ilustró la ingeniera agrónoma Olga García Araya, coordinadora de Cursos a Distancia de Agroconsultora Plus (ACP), una organización dedicada a la enseñanza virtual en agronegocios y alimentos.
Una encuesta realizada por e-ABC en 2011 reveló que el 84,09% de las universidades argentinas está implementando proyectos de e-learning como cursos de posgrado o libres.Estos resultados indican que la Argentina se encuentra por debajo de la media regional, que marca una penetración de la modalidad virtual del 88,95% en el sector académico.
Desde Colombia, Angélica María Rubio, de SEC Consultorías, contó: “Complementé mis conocimientos y así puedo mejorar mi trabajo como profesional y como docente universitario en el área de Calidad Agroalimentaria”. Hoy, la oferta de cursos online permite acercar el campo a la ciudad, disminuyendo la brecha digital y democratizando ese conocimiento que alguna vez estuvo bajo siete llaves en los grandes centros urbanos.
Las necesidades de capacitación parten de dos grandes grupos: las empresas y los microemprendedores. Las primeras solicitan formación en gerencia y desarrollo de la empresa rural, relaciones comerciales y certificaciones de calidad, para mejorar sus resultados. Los segundos desean mejorar su economía familiar agrícola o ensayar nuevas formas de producción autosustentables.
* Director de Agroconsultora Plus.