El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano analizó en su último informe el congelamiento de precios implementado por el Gobierno, y explica en el que se trata de un recurso al que históricamente apeló el país como forma de morigerar la inflación.
Y así, el informe explica que se hizo tanto en los planes de Krieger Vasena, que concluyó en 1969 con el Cordobazo; los de Gelbard, que culminó en 1975 con el Rodrigazo, así como también con los planes Austral y Primavera, que finalizaron con la Hiperinflación de 1989.
Arrancó el congelamiento de precios con faltantes de productos y con multas
“Sin embargo, nunca se pretendió que los precios permanezcan invariables, mientras se ajusta el resto de las variables económicas que inciden sobre los costos de las empresas, como los salarios, el tipo de cambio y las tarifas”, advirtió Víctor Beker, director del CENE, por lo que el economista calificó de “inédito e insólito” al intento de congelamiento actual.
Según su mirada, “si bien se ha invocado como precedente de la actual iniciativa al llamado Plan Gelbard, cabe recordar que, en aquel momento, se estableció un congelamiento simultáneo de precios, salarios, tipo de cambio y tarifas", recordó y agregó que de hecho, "el plan terminó cuando se reabrieron, dos años más tarde, las negociaciones paritarias, que culminaron con aumentos salariales superiores al 100%”, continuó.
Congelamiento de precios retro: la medida de Alfonsín hace 34 años
Para el director del CENE, “el congelamiento de precios puede resultar en una morigeración de la tasa de inflación en el corto plazo", explicó.
Sin embargo, recordó que "más temprano que tarde, se recupera la dinámica de alzas, en consonancia con los aumentos de costos. Por esta razón, este tipo de medidas ha terminado a lo largo de la historia con estallidos inflacionarios”, completó.
LR