Carlos Quenan, doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Grenoble y profesor titular de economía en el IHEAL (Instituto de Altos Estudios de América Latina, Universidad de París), mantuvo diálogo con Jorge Fontevecchia para Radio Perfil, en el cual dió cuenta de los diferentes mecanismos qué ha adoptado Latinoamérica para afrontar la inflación a lo largo de su historia. Además, afirmó que, para la Argentina, la elevada inflación es como “una enfermedad”.
JF: Aquí se ha difundido que Argentina había superado a Venezuela en inflación lo que resultaba paradójico porque la cantidad de inflación que vi en Venezuela no se medía en tres dígitos sino cuatro dígitos. ¿Qué opinión le merece la desaceleración inflacionaria en Venezuela y realmente ¿a qué nos estamos refiriendo? ¿Cuánto se desacelera y en qué moneda se desacelera?
CQ: Hay un proceso de dolarización de facto de la economía y en los últimos tiempos, un anclaje de esa moneda, del dólar respecto de la moneda nacional, y efectivamente se desacelera en esa moneda después de haber conocido un proceso hiperinflacionario. Toda comparación debe ser hecha con mucho cuidado. En la actualidad, esa desaceleración de la inflación sigue dándose a niveles elevados de dos dígitos y por otra parte, en un contexto de anclaje de una paridad de cuatro cuarenta que ha evolucionado a cuatro ochenta, que ha desacelerado prácticamente con un nulo crédito a la economía, hay encajes bancarios muy elevados. Es una situación sumamente especial que además está en proceso de transición, quizás buscando un nuevo equilibrio. En el caso de Venezuela, comparar es algo que no debería ser tan fácil porque sabemos también en ciencias sociales que para comparar hay que hacer comparables los fenómenos o situaciones que se comparan. La inflación en dólares de Venezuela está en un rango aproximado de 20% y 40%
"Inflación: no se necesitan recetas mágicas como la dolarización"
JF: En bolívares ¿Cuál es la inflación del último año acumulado de Venezuela?
CQ: No tengo la cifra aquí pero era una inflación de tres dígitos elevadísima. Estamos en presencia de una situación en donde ese grado de inflación llegó a 10.000%, hicieron prácticamente desaparecer la moneda nacional en las transacciones. Las transacciones se hacen en dólares. Lejos está de ser una situación exitosa, pero lo que ocurre es que más de una vez de manera simplista, se comparan cosas que no son comparables.
JF: Osea, desapareció el bolívar como moneda de uso de transacción y encima de eso aumentan en dólares los precios...
CQ: Hay que ver cómo se desestabiliza la situación actual, que está en desaceleración esta inflación en dólares y además, Venezuela no se conoce la de este año. Otro aspecto importante de la comparación es la trayectoria que está recorriendo su inflación, su crecimiento, y de dónde viene y a dónde se puede esperar vaya.
La inflación en nuestro país es de otra naturaleza. La inflación elevada en Argentina es una especie de enfermedad nacional derivada de múltiples factores y que lamentablemente tiende a acentuarse porque opera un contexto internacional de alza de precios, de la energía, de los productos agroalimentarios. Esa inflación internacional agudiza la inflación nacional, que es elevadísima en relación con los parámetros latinoamericanos. Pero que afecta a niveles menores también a países que habían tenido un comportamiento mucho más exitoso en relación con la lucha contra la inflación.
"Argentina y el arte de destruir su dinero"
JF: Quiero aprovechar su materia de estudio y que nos haga un estudio comparado del fenómeno inflacionario en latinoamérica, de cómo los distintos países fueron resolviendolo, cuáles continúan con el problema, como el caso de Argentina o de Venezuela y qué puntos en común usted encuentra de la problemática de un subcontinente como es latinoamérica.
CQ: Si uno mira la situación en los años '60 y comienzo de los '70, teníamos países como Brasil, Chile, Argentina y Bolivia, que eran los campeones de una inflación derivada de combinación de déficits presupuestarios importantes que caracterizaron el final de la etapa de la llamada sustitución de importaciones.
Esos países con inflación elevada adoptaron distintas políticas para enfrentar ese contexto. Por ejemplo, en el caso de Chile o Brasil, en la década del ‘70 y del ‘80, trataron de preservar no solo políticas monetarias y fiscales para limitar la inflación, sino que tratan de preservar la moneda como unidad de reserva.
"Chile señala alza de impuestos ante mayores ‘presiones sociales’"
Se instala en Chile la unidad de fomento, un mecanismo de indicación y de preservación del valor de la moneda, o en el caso de Brasil, un mecanismo complejo, bastante eficaz, de indexación generalizada de la economía que hacía que se ajustaran los precios de la canasta básica, de los alquileres, del tipo de cambio, la tasa de interés y con un ingrediente importante, que es que se trató de limitar esta función de reserva de valor de la moneda, se orientara hacia otra moneda. Con ambos mecanismos vinieron obstáculos reglamentarios y legales a la dolarización.
Esa no ha sido la vida de Argentina, que por el contrario frente a una situación de inflación elevada que se perpetuaba, fue dejando una dolarización de facto que se acentuó en el periodo de los años ‘70, ‘80 de la dictadura militar, acompañado por una acelerada financiarización de la economía. Lo importante es que hay que tener políticas monetarias y fiscales que enfrenten la inflación pero también, preservar el rol de la moneda nacional porque, como ocurre con Argentina, está también el factor del dólar.