ECONOMIA

CFK quiere calentar la industria y el consumo para no perder más votos

Tras la derrota en las PASO, ordenó liberar importaciones para evitar un freno en la actividad y sostener el empleo. El operativo "diálogo".

EMPUJE. Kicillof incentiva la inversión con tasas más bajas.
| Cedoc

Terminadas las primarias, el primer balance del Gobierno dejó una ratificación del modelo, pero con la puerta abierta a –pocas– correcciones para captar más votos en octubre de la mano de la economía.

Así, una de las primeras directivas que bajó Cristina Fernández fue agilizar la aprobación de importaciones industriales pendientes para recalentar la producción, castigada en parte por trabas al comercio exterior para cuidar el flujo de divisas.

En la semana, todos los representantes del Gobierno ratificaron el modelo y hasta ofrecieron “dar debate”, como aseguró el viceministro de Economía, Axel Kicillof, el jueves en un seminario en el Banco Nación, en el que dejó trascender sus ideas para los próximos meses: estimular tasas aún más bajas (negativas contra la inflación), para favorecer el crédito y estimular la actividad y el consumo.

La decisión del funcionario choca con la postura de la jefa del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, que defiende la suba de tasas para fondear los depósitos en los bancos “para que presten a la producción”, en medio de una relación baja de crédito sobre PBI, del 16,7% contra el casi 40% de Brasil.

Esquiva al kirchnerismo, la clase media también está en la mira de los kirchneristas que creen que allí hay algún voto asequible. Una de las medidas más electoralistas es la de cambios al piso salarial sobre el que se pagan Ganancias. Previo a las elecciones, el diputado oficialista, Julián Domínguez, aventuró que se estudiaban cambios y que la recaudación resignada podría compensarse con el gravamen de la renta financiera que analiza su compañero de bancada, Héctor Recalde. Sin embargo, Kicillof dijo que hay temas más importantes y cuestionó las propuestas de la oposición sobre el tema. Tan sólo el mes pasado, AFIP recaudó $ 15.600 millones por Ganancias –en el mes de pago del aguinaldo– un 42% más que el año pasado.

Con la liberación de las importaciones de insumos y partes para la industria, el Gobierno, además de allanar el diálogo con los empresarios, busca asegurar actividad y empleo. Hace tres días, la Unión Industrial Argentina que preside Héctor Méndez había acusado demoras en la aprobación de las declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI). Por otra parte, entre los insumos frenados también hay máquinas destinadas a los planes Argentina Trabaja y las obras de los municipios, que serán clave para recalentar la economía hasta las elecciones de octubre. “Tuvimos llamados de algunos importadores del sector industrial que lograron que les aprobaran las DJAI. Es muy posible que se libere a la brevedad”, explicó Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores. Los insumos formaron parte del reclamo de Kicillof puertas adentro contra las trabas de la secretaría de Comercio Interior de Guillermo Moreno y la de Exterior, a cargo de Beatriz Paglieri. Ayer Moreno aseguró a empresarios que las “declaraciones juradas de importación se pusieron para defender a la industria nacional”, aunque también admitió que “se cambiará lo que haya que cambiar”.

En paralelo, el llamado al diálogo de la Presidenta con los industriales y los gremios buscará sentar las bases para un nuevo “pacto social” que apunta a calmar expectativas inflacionarias. La idea oficial es que haya una primera foto la semana que viene, cuando se adjudiquen las represas de Santa Cruz a Elctroingeniería.

Este año el Gobierno intentó un acuerdo de fondo y, con la CGT de Hugo Moyano en contra, terminó fijando un techo del 25% en los acuerdos homologados por el Ministerio de Trabajo, aunque hubo excepciones.

Otro de los puntos que el Gobierno ratificó fue el del desendeudamiento y la búsqueda de recursos locales para el financiamiento.  A propósito, Moreno sigue confiando en la suscripción del Baade, el bono para el sector energético atado al blanqueo de capitales, mientras que el Cedin acumuló casi US$ 30 millones. El Banco Central aprobó pagar unos US$ 2.500 millones con reservas en lo que queda del año. “Acumular y de sacumular reservas es funcional a administrar deuda y evitar fluctuaciones del tipo de cambio”, explicó Marcó del Pont, quien dijo que “si no se hubiese pagado deuda, hoy las reservas serían de US$ 70 mil millones”. Sobre el tipo de cambio el director de YPF y asesor del Central, Héctor Valle, reconoció que el atraso repercute sobre las economías regionales, y consideró que se puede mejorar a través de reintegros fiscales.