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El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, confirmó ayer que el Gobierno está elaborando el plan para la quita de subsidios a los consumós de electricidad, agua y luz, “a los que más tienen”, como lo había indicado el ministro de Economía, Axel Kicillof.
“Lo que el ministro Axel Kicillof ha manifestado es que está trabajando minuciosamente junto al Ministerio de Planificación. No tengo más nada que agregar a las expresiones del ministro”, indicó Capitanich, en su habitual conferencia de prensa matinal y en referencia a las declaraciones de la víspera del titular del Palacio de Hacienda.
Kicillof había indicado que “el Gobierno puso un sistema de renuncia voluntaria de subsidios, donde quien se siente avergonzado puede renunciar. Yo renuncié y mucha gente lo hizo, pero la gran mayoría no”.
También había agregado: “Muchos dicen que están pagando muy poco y se quejan. No los quiero ver salir a protestar a la calle cuando paguen lo que corresponda”, tras lo cual añadió que, “por eso, vamos a sostener los subsidios para los que menos tienen y quitarlos para los que más tienen”.
Esquema dual. En tanto, Capitanich dijo ayer en la Casa Rosada que “la República Argentina tiene una política de provisión de servicios energéticos que promueve, por un lado, un costo medio de acceso a la energía por parte de la industria más barata, y por otro lado genera también los mecanismos para que los servicios públicos sean más baratos para el usuario”.
“Eso genera un doble efecto: para la industria, menor costo, con el objetivo de producir más bienes y servicios con destino al abastecimiento del mercado interno y las exportaciones, generando más actividad económica y más empleo. Por el otro, en el usuario, un incremento de su ingreso disponible: si uno paga menos por los servicios, tiene más plata para gastar en otras cosas y, en consecuencia, puede incrementar el consumo, que es el motor del crecimiento de la economía”, continuó.
Añadió que “la República Argentina ha hecho una inversión extraordinaria, de casi $86 mil millones, en materia de provisión de incremento de la oferta energética, pero no alcanza a cubrir la demanda incremental”.
“Por eso —añadió—, este acuerdo estratégico de YPF (con Repsol, para indemnizar a la empresa expañola por la expropiación de su 51% de acciones en la argentina) nos va a permitir ir en el sendero del autoabastecimiento energético, e importar menos o sustituir importaciones.”
