Este martes, el presidente Mauricio Macri recorrerá las oficinas de Mercado Libre junto a su fundador, Marcos Galperín. Cuando era jefe de Gobierno, ya era habitué de los actos de uno de los llamados “unicornios” de la Argentina: startups tecnológicas que hoy cotizan en Estados Unidos y valen más de mil millones de dólares. Representan, como se desprende de sus palabras, el modelo de empresa y empresario que Cambiemos promueve con políticas para emprendedores. Macri, mientras tanto, hasta ahora no fue nunca de visita hasta las fábricas de Tierra del Fuego, dedicadas a la inserción manual y automática de componentes para celulares y electrodomésticos. Allí aterrizó varias veces el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, intentando calmar la preocupación ante un gobierno que lo mira con desconfianza.
Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva, escribía en 2012 en un paper para Cippec con Eduardo Levy Yeyati que el costo fiscal de la promoción industrial allí genera inflación y, por ende, licua el salario en el resto del país. Otros funcionarios también razonan, crudos: “¿Qué queremos, 15 mil empleos a costa de productos caros para 44 millones de argentinos?”. Sin embargo, matizan: “Hay que corregir la productividad en algunos sectores sensibles, de a poco y cuidando el empleo”.
La promoción fue extendida hasta 2023 por Eduardo Duhalde y profundizada en 2009 por el gobierno de Cristina. Exime de IVA y Ganancias, al tiempo que eleva tributos a bienes del exterior. Ahora se analiza la posible limitación de los bienes que se producen más una apertura al exterior.La gobernadora Rosana Bertone, en alerta: la electrónica es el 35% del PBI local.