La cadena textil, uno de los sectores de mayor protección, por el empleo que genera, puso en marcha un “importómetro”: un contador, copiado de la industria brasileña, que detalla minuto a minuto cuántas importaciones entraron (en dólares) y la pérdida de cuántos puestos de trabajo representa.
“No se trata de que no entre nada más pero hay que tener en cuenta cuánta incidencia tienen los textiles del exterior”, explicó el presidente de la Fundación Protejer, Marco Meloni, que reconoció que la idea del “importómetro” la tomaron de la Asociación Brasileña de Industria Textil y de Confección (ABIT). Cuando lo presentaron el martes, la cifra de compras al exterior de la cadena superaba los US$ 1.300 millones en el sector textil y de indumentaria. “Cada siete minutos dejamos de crear un puesto de trabajo”, explica la aclaración debajo del contador que marca los casi 60 mil empleos que representan esas importaciones.
En Brasil, donde surgió la idea, el ‘riesgo importador’ es mayor: la cantidad de puestos de trabajo que se dejan de generar por el ingreso de textiles –en su mayoría asiáticos– es ocho veces la cifra argentina. De todas formas, en el sector reconocen la protección que les da el Gobierno. “Habría que ver cuántas DJAI están frenadas. Es un dato interesante”, reconoció uno de los directivos sobre los permisos de importación que se apilan en el despacho de Guillermo Moreno.