ECONOMIA
LONE STAR, con base en dallas, EE.UU.

Crecen los negocios de un fondo que lideran un ex funcionario y un sobrino de Nicolás Caputo

Con Luis Blaquier, ex titular del Fondo de Garantía de la Anses, y Sebastián Caputo, ya se quedó con la mayor firma de perforación petrolera y ahora van por las centrales térmicas.

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Con lazos. Sebastián Caputo, hijo de José Luis Caputo, fallecido hermano de Nicolás y Luis Blaquier, que dejó la Anses en 2016. También está Enrique Boilini, otro ex Anses. | cedoc

A contramano de lo que sucedía en los albores de la gestión de Cambiemos, cuando representantes de fondos de inversión y empresas multinacionales concretaban de manera recurrente visitas de negocios a la City porteña, hoy son escasas las operaciones de fusiones y adquisiciones que se realizan en la Argentina. El sector energético no escapa a ese doblez.

Solo, tal vez, por unas pocas excepciones, entre las que figura la de un fondo de inversión norteamericano hasta ahora desconocido en estas tierras. Se trata de Lone Star, un hedge found con base en Dallas, Estados Unidos, que el mes pasado concretó la compra de la mayor empresa de equipos de perforación de petróleo del país y ahora es uno de los jugadores que participa de la licitación para quedarse con dos centrales eléctricas en manos del Estado.   

Lone Star es un fondo con escaso recorrido en la Argentina. Pero sus directores en el país son ejecutivos formados en el negocio financiero con una cercanía indeleble con la gestión del presidente Mauricio Macri. Su máximo ejecutivo es Luis María Blaquier, ex titular del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses durante la gestión que encabeza Emilio Basavilbaso, que renunció a su cargo en diciembre de 2016, un mes después de rubricar un polémico memorando de entendimiento con Qatar para incentivar inversiones, tal como publicó PERFIL en noviembre de ese año.

El segundo de Blaquier en el FGS era Enrique Boilini, un ingeniero con un MBA en Columbia que pasó por Bunge en los 90 y Alpargatas, y también selló su salida de la Anses a fines de 2016. Ambos integraban el directorio del organismo con el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo, que reemplazó a Federico Sturzzenegger al frente del Banco Central y finalmente abandonó el Gobierno en septiembre pasado.

Blaquier trabajó en la Anses, que financió las usinas que ahora su fondo intenta comprar

Blaquier asumió como presidente de San Antonio Internacional, la mayor empresa de equipos de perforación de petróleo de la Argentina, que fue adquirida por Lone Star a mediados de diciembre a cambio de unos US$ 150 millones. Boilini, que a su vez integra el board de TGLT, la firma que adquirió la constructora de Nicky Caputo, amigo personal del Presidente, fue nombrado como director suplente. El titular es Sebastián Caputo, primo segundo de Luis y ex director del Grupo Pegasus, el holding fundado por el ex vicefeje de Gabinete Mario Quintana. Sebastián, hijo de José Luis “Luigi”, hermano fallecido de Nicky, lideró el proceso de due dilligence para valuar los activos de San Antonio.

PERFIL se comunicó telefónicamente con Boilini, pero el directivo se excusó de realizar comentarios sobre la operación. Tampoco dieron respuesta desde las oficinas de Lone Star en el Microcentro.  

Expansión. Con el control de Lone Star, hizo pie en la industria petrolera local. El fondo tiene previsto invertir unos US$ 100 millones para renovar y modernizar la flota de equipos de la compañía. Su intención es crecer en el segmento de perforación y completación de pozos en Vaca Muerta. Para eso, está negociando la compra de otras compañías de servicios como la norteamericana EcoStim. San Antonio trabaja para varias empresas productoras, pero su principal cliente es YPF, la petrolera controlada por el Estado, que explica casi un 70% de su facturación.

Pero van por más. El próximo paso del fondo norteamericano es pugnar para tratar de quedarse con alguna de las centrales eléctricas que el Estado tiene en proceso de privatización desde hace tiempo y que concretaría este año.

De la mano de Nicolás Caputo, el Gobierno promete 'continuidad' a empresarios

En esa apuesta, el tándem Blaquier-Boilini cuenta con una carta a favor: las usinas de energía fueron solventadas por el gobierno anterior con fondos del FGS, por lo que los directivos conocen de primera mano la estructura financiera que se utilizó para construir las plantas ubicadas en Ensenada y Santa Fe y por la que ahora se frotan las manos.

Pampa cerró una planta

El grupo Pampa Energía decidió cerrar la planta de producción de etileno en Santa Fe por la “caída de las exportaciones a Brasil” y puso en marcha retiros voluntarios para los trabajadores. En la planta ubicada en la ciudad de San Lorenzo “se abrirá un libro de retiros, con aprobación final por parte de la empresa bajo condiciones superadoras a la ley con la intención de realizar alrededor de cincuenta acuerdos de salida”.

La determinación se dio con el fin de “hacer sostenible el complejo petroquímico de Puerto General San Martín, en especial la continuidad de la operación de la Planta de Caucho, con el compromiso de elaborar un plan integral de optimización de costos de todo el complejo, que atenúe el perjuicio que genera ese negocio”.

En un comunicado consideró que así se evitarán “conflictos que pondrían en riesgo la operación y apostando a una mejora de los futuros resultados”.

Atribuyó la decisión a “la caída de las exportaciones a Brasil”, el principal comprador, al sostener que “prácticamente dejó de importar etileno”.

También destacó que hay “sobreabundancia de caucho en el mundo que deprimió el precio de venta”.