Asumió el 14 de junio. Renunció el 25 de septiembre. Luis Caputo duró poco más de 3 meses al frente del Banco Central de la República Argentina. Sin embargo, pareció una eternidad. Por la vorágine que se vivió con el dólar y por las internas que estuvieron a la hora del día, con idas y vueltas en la estrategia económica junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Hombre de gran estima para el presidente Mauricio Macri, primo de Nicolás Caputo, había estado al frente de la Secretaría de Finanzas para asegurar el financiamiento externo.
El día que asumió ''Toto'' Caputo en el Banco Central el dólar llegó a $28,43 y la escalada le había costado el cargo a Federico Sturzenegger. Ahora, tras 100 días de gestión, el dólar está en torno a los 40 pesos. Ni bien llegó tomó medidas drásticas para intentar calmar al dólar. El sector agropecuario asumió vender US$ 4.000 millones para combatir la suba que fue constante. El 21 de junio ingresaron US$ 7.500 millones del FMI a una cuenta del Tesoro en el BCRA.
Durante la primera crisis cambiara, anunció que se renovaron el 60% de las Letras del Banco Central (Lebacs), con una tasa alta de corte a 27 días del 47%. Fue en el marco de la renovación de Lebacs que implicó la renovación del 60% del vencimiento que era de $ 514.779 millones. Además elevó los encajes en pesos, bajó de 10 a 5% la posición en dólares que pueden tener las entidades financieras. "Estamos entrando en una mayor estabilidad cambiaria y del dólar", señaló el 20 de junio al diario Clarín.
El 10 de julio, a pesar de los rumores que indicaban que la tasa de interés comenzaría a bajar, Caputo extendió el plazo y mantuvo la refencia en el orden del 40%. Además, se anunció que se revisaría mensualmente. El dólar se mantenía en 28 pesos. El 20 de julio inclusive recibió un fuerte espaldarazo de Christine Lagarde, titular del FMI durante una reunión privada: "Ha sido un placer reunirme hoy con el presidente del Banco Central, Luis Caputo. Espero con interés seguir dialogando con el BCRA bajo su liderazgo", señaló Lagarde. El 31 de julio, con la divisa en ese valor, Macri lo elogió: "el Banco Central (BCRA) ha tranquilizado el mercado cambiario".
El peor mes fue, sin dudas, agosto. La tormenta cambiaria fue tal que terminó con Macri dando un breve mensaje grabado donde anunció un supuesto nuevo acuerdo con el FMI. La idea había sido de Caputo. Los mercados reaccionaron negativamente, ya que el propio organismo salió a refutar los dichos del Presidente al señalar que solo había "conversaciones". Semanas antes la escalada del dólar parecía imparable. El 13 de agosto, con el dólar a $30, Caputo aseguró que "no es una preocupación". Había llegado a los $31.
La última semana de agosto fue de incertidumbre. El 22 de agosto cerró en $30,82, el 24 superó los $31 y llegó a $31,47. Tras los nuevos saltos, Macri habló el 29 de agosto. El dólar siguió subiendo y llegó a $34, 40. Al otro día, el último de la semana llegó a $39,78. En medio de la subida incesante, se dieron cambios dentro del Gabinete. Uno de los grandes rumores era que Caputo estaba de salida.
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La crisis y los reproches entre el ahora exfuncionario y Dujovne eran tales que, según se supo, terminaron casi a los golpes. Dujovne le recriminaba la forma de trabajar frente a la divisa norteamericana. El FMI apoyaba, en base a lo firmado, la visión del ministro de no interceder poniéndole un "techo" alrededor de los 40 pesos. Días después, el 4 de septiembre, cuando el ministro de Hacienda desembarcó en Washington se enteró por sus asesores que Caputo se había quedado en Buenos Aires. Ya no se hablaban. Desde entonces, las fuentes de Casa Rosada filtraban que la interna debía solucionarse "luego del acuerdo con el FMI". Caputo prefirió cerrar el asunto antes. En plena negociación. Otra mala señal.
