La pandemia de COVID-19 se llevó la vida de más de 14.400 personas, y obligó a mil millones a permanecer confinados en cuarentena, lo que frenó la economía y llevó a las empresas de todo el mundo a luchar para mantenerse a flote. Los efectos de la "coronacrisis" se van a sentir en la salud y también en las finanzas del mundo entero por más que los gobiernos tomen medidas sin precedentes para amortiguar su impacto.
Los economistas de Goldman Sachs estimaron que el producto interior bruto mundial en términos reales se contraiga alrededor de un 1% en 2020. Esta reducción económica supone una caída mayor que la que se produjo al año siguiente de la crisis financiera del 2008.
"La 'coronacrisis', o más concretamente la respuesta a esa crisis, representa una limitación física (en contraposición a la financiera) de la actividad económica sin precedentes en la historia de la posguerra", indicó el banco de inversiones en una nota a sus clientes publicada ayer. Para Goldman Sachs, el PIB real de las economías avanzadas se contraerá "muy bruscamente" en el segundo trimestre, y que será del 24% en Estados Unidos, lo que supone más del doble del récord desde la Segunda Guerra Mundial.
Después de que las principales bolsas europeas abrieran este lunes 23 de marzo con una fuerte baja de más del 4%, el analista Neil Wilson de Markets.com sostuvo, según recogió la agencia AFP, que "los mercados están mostrando nuevamente su temor de que el daño económico sea peor de lo previsto y que la respuesta de los gobiernos y bancos centrales no sea suficiente para prevenir una monstruosa recesión".
James Bullard, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, dijo que el desempleo en Estados Unidos podrá alcanzar 30% en el segundo trimestre debido al coronavirus, y advirtió que el PBI podría caer hasta un 50%. “Esto sería algo sin precedentes", puntualizó.
Los mercados muestran su temor a que la respuesta de los gobiernos y bancos centrales no sea suficiente para prevenir una monstruosa recesión, dijo Neil Wilson
Los economistas de Morgan Stanley comparten los malos pronósticos para EEUU: estiman que habrá una caída récord del 30,1% en el producto interno bruto en el segundo trimestre.
Los especialistas liderados por Ellen Zentner habían estimado una contracción del 4% de abril a junio, pero ahora en un informe que enviaron a sus clientes el domingo 22 de marzo anticipan una caída más pronunciada: el desempleo promediará un 12,8% y el consumo caerá un 31% este trimestre. "A medida que las medidas de distanciamiento social aumentan en un mayor número de áreas y las condiciones financieras se endurecen aún más, los efectos negativos sobre el crecimiento del PIB a corto plazo se vuelven mucho mayores", consignaron.
Goldman y Credit Suisse prevén recesión en Latinoamérica en 2020
Los economistas advierten que el mundo ya está en recesión, la primera de este tipo desde la contracción del 0,8% de 2009. En ese marco, se insta a los gobiernos que luchan por defender sus propias economías contra la pandemia de coronavirus a coordinarse para evitar una contracción mundial a largo plazo y futuras oleadas de infecciones.
El jefe del grupo de economías avanzadas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirmó que la coordinación debería superar la que hubo en el New Deal de 1930 como el Plan Marshall, que reconstruyó Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
Una recesión global parece "cada vez más probable" en el primer semestre de este año, "y debemos actuar ahora para evitar una recesión prolongada", manifestó Angel Gurria, secretario general de la OCDE. "Solo un esfuerzo considerable, creíble y coordinado internacionalmente puede hacer frente a la emergencia inmediata de salud pública, amortiguar el shock económico y desarrollar un camino hacia la recuperación", se señaló en un comunicado el fin de semana.
Si bien muchos gobiernos están presentando paquetes de gastos titánicos contra la pandemia de COVID-19, superando incluso la crisis financiera de 2008, hasta ahora no hubo un plan de acción colectiva de foros como el G7 o el G20.
B.D.N./FF