La repentina estrategia oficial de intentar cumplir con todos los requisitos para poder tomar deuda externa y conseguir alivio financiero genera retorcijones en la intelectualidad que sostiene al kirchnerismo.
La semana pasada, en un encuentro organizado por Carta Abierta en la Biblioteca Nacional, quedó en evidencia la molestia. El economista Guillermo Wierzba, actual director de Cefid-Ar, think tank financiero cercano al oficialismo, cuestionó el plan de volver al mercado de capitales y dijo que, con esta postura, “se pierde la autonomía” que se construyó durante la última década. Se cruzó así con la Subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, que compartió el panel.
“Hay un debate planteado en este momento. Se trata entre obtener divisas producto de la reinserción en los mercados internacionales o jerarquizar la autonomía financiera que hemos construido en estos años, aún a costa de sacrificar un poco el crecimiento”, observó Wierzba. Al instante, sentó su posición: “Es necesario fortalecer la autonomía y consolidarla”. El director de Cefid-Ar se mostró muy crítico con el acercamiento que el gobierno tuvo con el FMI, el Club de París y otros organismos internacionales. “Reestructurar la deuda y no aceptar condicionamientos ni del Fondo Monetario Internacional (FMI) ni de los fondos buitres fue un proyecto autonómico. No lo sería, entonces, si cambia esa lógica y nos reinsertamos con políticas aperturistas”, fustigó. Esta afirmación dio pie, luego, a la respuesta de Español.
La economista defendió el lunes en la Biblioteca Nacional el intento del gobierno por normalizar sus relaciones económicas y volver al mercado internacional de capitales. “Si no tenemos desarrollo productivo, es muy difícil superar la restricción externa”, aseguró.
“Muchos dicen que en esta década, en materia productiva, no sucedió nada, y que seguimos dependiendo de la soja, del yuyito, que continuamos exportando los bienes agropecuarios. Sin dudas, no hemos superado la restricción externa”.
Sin embargo, al instante aclaró que es importante mirar hacia atrás para “repensar y profundizar” el crecimiento de los bienes industriales en las exportaciones de los últimos años. Acerca de los cuestionamientos que reciben las compañías estatales, la camporista, exclamó: “Las empresas públicas han sido y pueden ser eficientes”.
