Con la caída del consumo por la parálisis de la actividad económica, el consiguiente deterioro de los ingresos, y los cambios de hábitos que trajo la cuarentena por la pandemia de coronavirus, el uso de las tarjetas de crédito se desplomó 23,47 % durante el segundo trimestre del año comparado con igual periodo de 2019.
En contraposición, ganó terreno la utilización de las tarjetas de débito que creció 5,13% interanual, y el consumo con plásticos prepagos escaló 285,47 % por el impulso de la tarjeta AlimentAR- que otorga el Gobierno Nacional como parte del Plan Argentina contra el Hambre- y resultó una herramienta clave para la bancarización de los sectores más vulnerables.
Así surge del Índice Prisma Medios de Pago, que mide el uso que hacen los argentinos de las tarjetas de crédito, débito y prepagas, y que reflejó además que la financiación con planes de cuotas cedió ante los programas Ahora -con una tasa subsidiada por el gobierno-, especialmente en el caso del Ahora 12 y Ahora 18, con aumentos en sus operaciones de 89,35% y 452,96% en la comparación interanual.
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Del total de las transacciones con tarjetas, las compras hechas con los plásticos de crédito siguen liderando con una participación de 53,87%, pero perdieron 10,5 puntos frente al 64,37% de un año atrás. En el sistema financiero recuerdan que el promedio histórico de participación se ubica en 70%.
En cambio, la operatoria con débito ascendió 6,7 puntos al representar el 41,74% del total, mientras que el nivel de las prepagas aún es ínfimo, alcanza el 4,39%, aunque significa una suba de 3,8 puntos.
La categoría de prepagas, además de la AlimentAR, incluye las tarjetas de fintech como UALA que se recargan con dinero y es una opción a la que recurren muchos padres para dar a sus hijos.
“Básicamente nos dice que cada $100 gastados con tarjetas: $42 fueron en Débito, $54 en Crédito y $4 en tarjeta Prepaga”, graficó Ignacio E. Carballo,director del Ecosistema de Programas Fintech en la UCA.
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DEBITO Del total de los consumos con tarjeta de débito, 57,1% fueron extracciones en cajeros automáticos, 39,6% fueron compras y el 3,2% restante retiros de efectivo en comercios habilitados.
En el sector, aducen que las extracciones por cajero cayeron 19,55% por el aumento del límite de retiro (en la cuarentena se elevó a $15.000) y porque por una cuestión sanitaria la gente va menos veces al banco. En contrapartida, las compras con débito subieron 5,13% asociado a se empezó usar más débito en el ecommerce. Hay quienes la tenían y no la usaban, como muchos jubilados, que con la cuarentena la activaron o pidieron una.
Julián Ballarino, Gerente de Relaciones Institucionales de Prisma Medios de Pago, explicó: “la tarjeta de débito es un producto que históricamente crece en transacciones, las cuentas bancarias tienen una tarjeta de débito asociada y son un modo muy accesible de utilizar el saldo, ya sea por extracción o para compras. Si bien en este contexto algunas personas priorizan el uso de la tarjeta de débito frente al efectivo y crece su participación en el ecommerce, la caída del consumo generada por el Covid hizo que se desacelere su crecimiento”.
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CREDITO En cuanto a la caída de participación y transacciones con tarjeta de crédito, Ballarino señaló que hay múltiples causas. Entre ellas, mencionó una conducta “conservadora” de los consumidores “ante la incertidumbre generada por la pandemia”, el “agotamiento” del límite de compra, y que “ciertas actividades donde es habitualmente utilizada, como turismo, se han visto muy afectadas por la coyuntura”.
En sintonía, Carballo comentó a PERFIL que “la tarjeta de crédito ha sido el principal medio de pago digital en Argentina y cayó rotundamente en contraposición con la de débito, es un dato llamativo, que muestra que la gente dejó de financiarse en un contexto de crisis económica, el que no está logrando subsistir, dilapida ahorros”.
PLANES AHORA Cuando se analizan las compras con tarjeta de crédito, se observa que se mantiene el volumen de compras en un pago mientras que los planes de cuotas bancarias quedaron relegados frente a los programas oficiales “Ahora”, que prácticamente duplican su participación alcanzando el 60% del total de operaciones.
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Si se analiza la composición del volumen transaccionado en Planes “Ahora” se nota una caída en los programas Ahora 3 (-36,21%)y Ahora 6 (-21,22%) mientras crecen Ahora 12 (+89,35%y Ahora 18 (+452,96%).
El análisis reflejó que el crecimiento de Ahora 12 y Ahora 18 es acompañado por los planes de financiación de 13 a 24 (+121,16%) cuotas mientras que el resto de los programas de cuotas caen sensiblemente.
“La gente está dejando de financiarse en términos agregados, desaparece el financiamiento a corto plazo, pero cuando se puede financiar a larguísimo plazo, lo hace, porque los argentinos saben que el monto de esa cuota se va ir licuando con el tiempo (por la inflación), y si puede lo concreta en planes donde la tasa está subsidiada como Ahora 12 y 18”, remarcó Carballo.
En el sector, alegan que los programa Ahora tienen una tasa “más competitiva” frente al resto de los planes en cuotas que poseen “un costo financiero más alto y alineado a la inflación”, y admitieron que los “Ahora 12 y Ahora 18, son los que “sostienen las compras con crédito”.
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Carballo evaluó también que “cae en promedio todo lo que es compras con tarjetas de crédito en un pago, y en dos o en tres cuotas, en los planes que no tienen la tasa subsidiada, eso es por el menor incentivo de los bancos a ofrecer promociones porque se les puso un tope a la tasa (que pueden cobrar)”
“Cuando le bajas el plazo de pago, para el banco no es un producto rentable. Cuando le pones una tasa por debajo de la inflación, no te emiten más tarjetas”, fundamentó.
TARJETAS ACTIVAS Carballo consideró que “otro dato interesante” que muestra el informe es la caída en las Tarjeta de Crédito Activas (aquella tarjeta que tuvo al menos una transacción en el trimestre analizado), y acotó que “esto da cuenta de la agonía del financiamiento al consumo con crédito”
El informe indicó que el universo de tarjetas de crédito activas descendió en el segundo trimestre 6,34% interanual, mientras que la cantidad de las de débito aumentó 4,66%, y la de prepagas trepó 73.7%,
El estudio arrojó que la cantidad de tarjetas de crédito activas registró bajas en los 24 distritos del país.
Al respecto, Carballo planteó que “las tarjetas activas de crédito caen en todas las proivincias pero suben las de débito, y hay razones para justificar esta tendencia, algunas son propias de las medidas implementadas por el coronavirus, como los planes de ayuda pagados por cuenta bancaria, y otras a a algo que ya venía sucediendo previo a la pandemia y es que Argentina habilitó el pago on line con débito desde 2016, muy tarde en relación a otros países”.
Carballo juzgó que “una caída en las compras con tarjeta de crédito es nocivo, es una pérdida de tracción a la economía, y los que sufren esa baja son los comercios”.