Mientras la inflación oficial cerraba en 0,8% para agosto, los trabajadores desplazados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volvieron a realizar un abrazo simbólico y cuestionaron las propuestas “cosméticas y efectistas” sobre el índice oficial de inflación, tanto las del oficialismo como las de la oposición.
“Sergio Massa era jefe de Gabinete y venía como maestro de ceremonias en visitas que organizaban en el Indec. Cuando venía, a la ‘patota’ la vestían de traje y todos aplaudían”, relata Marcela Almeida, la coordinadora del IPC Nacional desplazada en 2007, sobre la complicidad de quien fuera entre 2008 y 2009. “Estamos llevando tranquilidad a la población sobre estadísticas públicas”, había dicho en octubre de 2008 Massa en una de esas reuniones en la que llevaron a un grupo de empresarios al Indec para intentar cubrir la intervención con un manto de transparencia.
En diálogo con PERFIL, Almeida, a quien no le pagan su salario hace seis meses, también mostró sus dudas sobre el nuevo IPC Nacional y Urbano que, según dijo el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, estará listo para fin de año. “No sé cómo lo hicieron tan rápido, pero el problema es lo que pongan adentro, los precios que tomen y ponderen”, agregó la empleada desplazada. Un dictamen judicial ordenó a fin de octubre que le devuelvan las tareas y cumplan con el pago del salario. La medida, no apelable, no fue acatada por las autoridades del Indec, los morenistas Ana María Edwin y Norberto Itzcovich. Para Lorenzino, el nuevo índice nacional es “un trabajo con rigor metodológico, realizado por el sistema estadístico nacional, desarrollado dentro de los parámetros internacionales, con participación de los principales centros académicos del país y estadísticos del exterior”.
Cuando en 2007 se intervino el Indec, se pasó a utilizar una nueva canasta que recibió numerosas críticas, hasta del Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento (CAES) –formado por las Universidades de Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Tres de Febrero y Tucumán–, al que el entonces ministro, Amado Boudou, le encargó una revisión del índice. Sin embargo, el IPC GBA siguió sin cambios. En el Presupuesto 2014, de hecho, la inflación proyectada para el próximo es de 9,9 por ciento.
Para darle credibilidad al nuevo índice, el Indec buscó avales internacionales y firmó acuerdos de cooperación con el Buró de Estadísticas de China y el Instituto Nacional de Estadística Italiano, el Istat, además de sumar a universidades provinciales.
El miércoles, en el Palacio San Martín, el director técnico del organismo, Norberto Itzcovich, aseguró que “el IPCNu cumple con todos los parámetros de calidad y va a reemplazar al IPC GBA”. Promete medir una canasta de 520 bienes sobre la base de seis canastas regionales.